El regalo de NavidadMuestra

Su Presencia Transforma

De todos los aspectos presentados en la historia de la primera Navidad, quizás el menos impresionante sea el lugar donde nació Jesús. Esa primera Navidad comenzó con un viaje por carretera. José y María viajaron de Nazaret a Belén, estando María embarazada de Jesús. Ella estaba cerca de su fecha de parto durante su viaje. Cuando llegaron a Belén, María entró en labor de parto. Desafortunadamente, hubo un gran problema. El pueblo estaba lleno de gente, y no había lugar para ellos en el mesón para los viajeros.

El único espacio disponible era un establo. Lo más probable es que se tratara de una zona parecida a una cueva donde se mantenía a los animales durante la noche. Proporcionó un poco de protección contra el clima, pero probablemente no mucho más. Habría olido a animales y a heno. Era insalubre, poco atractivo y completamente indeseable como lugar para dar a luz. Pero estaba disponible y era lo único que se ofrecía.

Este es el lugar donde nació Jesús. Su primera cama fue un pesebre, un comedero para los animales. Jesús nació en las circunstancias más humildes. Decir que su entorno era ordinario sería una gran exageración. 

Los Ángeles tenían un gran mensaje para compartir, al igual que los Reyes Magos y la estrella que seguían. El establo, sin embargo, comparte un mensaje que es significativo para cada ser humano que ha vivido o vivirá en la tierra. El establo simboliza cómo Jesús está dispuesto a venir a cualquier lugar o situación disponible y ofrecida. No tiene por qué ser sofisticado ni caro. No tiene por qué ser respetable. Ni siquiera hace falta que esté limpio. La presencia de Jesús lo hará limpio y honorable.

El establo se convirtió en palacio, y el pesebre en trono. Sus apariencias no cambiaron, pero Su presencia marcó la diferencia. Jesús está dispuesto a venir y habitar en cualquier corazón humano disponible y ofrecido a Él. Dondequiera que Él entra o habita, Él transforma. Esta verdad es el mensaje de Navidad. 

Al celebrar la Navidad este año, asegúrate de que cada lugar de tu vida esté disponible para Jesús y ofrécelo todo a Aquel que vendrá y transformará tu vida para Su Gloria. 

Que tengas una feliz Navidad y que experimentes muchas bendiciones en el nuevo año. 

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