El regalo de NavidadMuestra

La presencia de un Salvador

La Navidad siempre es especial por nuestro tiempo con la familia, nuestras tradiciones navideñas, comidas deliciosas, reuniones y eventos especiales, decoraciones coloridas y la diversión de dar y recibir regalos. Pero la Navidad se trata de una cosa, o mejor aún, de una Persona.  

Navidad es Navidad... gracias a Jesús. Se trata de la realidad de que Dios viene a la tierra en carne humana. Uno de los nombres de Jesús es Emmanuel, que significa "Dios con nosotros". Piensa en eso por un momento. Dios ha venido a habitar con nosotros. Dios nos ama tanto que vino a estar con nosotros y es por eso que celebramos la Navidad.

El Evangelio de Juan comienza con la afirmación: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios". Unos versículos más adelante, esta declaración se amplifica con la declaración de que "el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros". "El Verbo se hizo carne" habla directamente de la Navidad. Habla de Jesús.

Emmanuel, "¡Dios con nosotros!" 

Dios tomó carne humana y vivió con nosotros en la historia humana. Dios soportó las debilidades del ser humano, fue tentado en todo como nosotros, pero nunca cometió ningún pecado. Sintió nuestras emociones mientras lloraba por Jerusalén y por Lázaro, su amigo. Experimentó una agonía completa en el jardín de Getsemaní y sufrimiento físico en su tortura y crucifixión. Qué cosa tan asombrosa es que Dios vino no solo para estar con nosotros, sino para identificarse plena y completamente con nosotros en nuestra humanidad. 

Esto significa que nunca hay un momento, una situación, un momento en el que Dios no esté disponible para nosotros. Él no es "Dios estuvo una vez con nosotros", sino que es "Dios con nosotros". 

Cuando Jesús ascendió, el Espíritu Santo vino a estar en nosotros. Dios ha venido a habitar en carne humana a través de la encarnación de Jesús, y Dios ha venido a habitar en nuestras vidas a través del Espíritu Santo. 

"¡Gozo para el mundo, el Señor ha venido!"