Buenos días con JesúsMuestra

Día 3: Ore por su día

No se olvide de orar por un buen día. Quizá haya gente que nunca ha hecho una oración, pero si usted es uno de ellos, quiero recomendarle leer el libro de los Salmos. Este libro está formado por oraciones que hizo en su gran mayoría el Rey David. En el capítulo 118 y verso 24 se nos dice: “Este es el día que hizo el Señor, me alegraré y me regocijaré en él”. Entonces, lo mejor que podemos hacer es comenzar el día con una oración, poner en manos de Dios todo aquello que no pueda causar temor, bien sea una entrevista de trabajo, una situación difícil que resolver, algunas cuentas que pagar y luego terminarlo de la misma manera. Muchas veces nos vamos a dormir con tanto peso, con tantas preocupaciones de cosas no resueltas que ni el mismo colchón lo aguanta. Es importante ir a dormir y descansar en el Señor. Estas horas de descanso son vitales para regenerarnos física y emocionalmente. Cuando nos reencontramos con Dios, nos reencontramos con nosotros mismos y nos reencontramos con la vida. Eso es mucho más que cualquier calmante. 

Por último, pero no menos importante, llenemos el día de entusiasmo. Entusiasmo es una palabra que viene del griego cuya raíz es entheós. El prefijo "en" significa dentro y "theos" es Dios, lo que quiere decir que estar lleno de entusiasmo es estar en Dios. Esto solamente podemos lograrlo cuando vivimos la vida en Él. Cuando le entregamos lo mejor de nosotros a Jesús para que Él obre en nosotros por su gracia y sea su Santo Espíritu el que nos mueva a tener ese entusiasmo verdadero.

¡Démosle nuestra mejor cara al día!  

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