Firmes Y ConstantesMuestra

Todo lo que Dios hace es con un propósito, todo lo que Dios dice es con una intención. Él no deja nada al azar, ni prueba suerte.

Tu vida está perfectamente diseñada por Dios. Fuiste creado por Él, y para Él. Todos nosotros. Sin embargo, estamos constantemente huyendo de ese propósito y buscando sentido a nuestra existencia, lejos del único que podría (que puede) dárselo. Todos estamos buscando por algo, un sueño, un anhelo, un éxito, un plan. Pero lo cierto es que nada de lo que soñamos o anhelamos, ni siquiera si lo conseguimos, nos dará esa llenura que tanto necesitamos.

El ser humano busca hacerse a sí mismo. Nos queremos construir nuestra propia identidad, nos guiamos por nuestras preferencias, sentimientos y pensamientos. Y nos perdemos lo más importante: nuestra esencia.

La esencia es aquello que contiene el significado más profundo de algo o alguien, es la base, el corazón, el sentido. Es lo que lo define, lo que lo dibuja, lo que le da color.

Nuestra esencia es Dios. Porque Él nos creó, y cuanto antes aceptemos esto, y vivamos en consecuencia a esta verdad, antes alcanzaremos la madurez que perseguimos.

No podemos permitirnos caminar perdidos, como los que no conocen al Creador. Porque nosotros le conocemos, le hemos visto y oído. Hemos sido alcanzados por su amor, transformados, impulsados e inspirados. Y ahora no es momento de rendirse, de perder esa esencia que nos hace lo que somos: hijos e hijas del Dios del cielo y de la tierra.

Quiero invitarte a que a través de este devocional te acerques a Dios como tu verdadera y única esencia, que entiendas quién es Él, y lo cerca que está de ti, ahí, dentro de ti, a través de su Espíritu. Se despierta contigo, y amanece mirándote a los ojos. Cuando de verdad experimentes esto, entenderás lo que significa permanecer en Jesús, y sus palabras permanecerán en lo más profundo de ti. Entenderás que sin Él, nada podemos hacer.