Creyendo Por Milagros: Señales Y Prodigios. 21 Historias De SalvaciónMuestra

DÍA 20

En su mayoría, los milagros de Jesús venían acompañados de una afirmación por parte de Él, como por ejemplo: “levántate, tu fe te ha salvado” o “toma tu lecho y anda”. Pero en esta ocasión, Jesús interrumpe su manera de hacer milagros con una pregunta: “¿creéis que puedo sanaros?”. La pregunta es obvia porque ¿qué enfermo no quiere ser sanado?

Pero es increíble que Jesús, viendo la necesidad y la enfermedad de estos dos ciegos, no se limitó solamente a sanarles físicamente, sino que Él fue más allá y habló a la fe de estos ciegos, haciéndoles ver que tenían la fe suficiente como para recibir su sanidad.

Muchas veces tú y yo esperamos una afirmación de Dios cuando pedimos algo y lo que recibimos es una pregunta, pero las preguntas de Dios tienen la capacidad de remover nuestro interior y recordarnos cuánta fe tenemos y cuántas cosas es capaz Dios de hacer al ver nuestra fe. La mejor respuesta es la que Dios hace después de preguntar, cuando nos dice “que se haga conforme a vuestra fe”. Tu milagro va más allá de una sanidad física. Tu milagro más grande es recordarle a tu espíritu que tienes la fe suficiente para que Jesús pueda obrar. Recuerda que todo lo que obtenemos es por fe, desde nuestra salvación, que es el milagro más grande, hasta lo imposible. No te asustes por las preguntas, porque Dios solo está preparando tu corazón y el terreno donde los milagros pueden suceder.

Oración:

Gracias, Señor, por darnos el milagro más grande: la salvación. Gracias por haber borrado mis iniquidades y obrar en mí. Aumenta mi fe, guíame, Espíritu Santo. Señor, dame discernimiento. Abre mis ojos espirituales para poder así ser más eficaz en tu Reino. Amén.