La Bendición de lo OrdinarioMuestra

La Armadura de Saúl

Saúl oye las razones de David por las cuales él cree que puede matar a Goliat y el rey le dice: "Ve, y que el Señor esté contigo".

Pero luego detalla la apariencia de David y Saúl desarrolla un caso instantáneo de remordimiento del comprador, "Niño, yo sé que mataste unos animales salvajes, pero no puedes salir viéndote así. Por lo menos debes verte como que vas a jugar el papel".

Saúl viste a David con su propia túnica y armadura. La armadura y vestimenta del rey serían lo mejor disponible en toda la nación. Imagina que estás cambiando tu Honda de 2003 por el Rolls Royce del rey o una débil podadora de esas que hay que empujar por una de cuatro pies con encendido automático en las que te puedes montar.

David camina con su glorioso atuendo nuevo...y lo rechaza.
"No estoy acostumbrado a esto".

No había nada malo con la armadura de Saúl, el rey pudo haber aprendido a confiar en Dios usándola, pero la tela viva de la relación de David con el Señor fue tejida con la vara y la honda, no con túnicas doradas. David sabía que las victorias no dependían de armas o armadura, sino en confiar en el carácter comprobado de Dios.

Hay muchas ironías trágicas en mucho de lo que pensamos sobre la historia de David y Goliat. Mientras predicamos sobre el desvalido, determinamos nuestra visión y dirección usando las medidas y valores de "Goliat". ¡Lanzas más grandes! ¡Escudos más grandes!

Por eso, con mucha frecuencia buscamos la mejor "armadura" por allí y perdemos donde podríamos conocer a Dios en el momento presente con lo que ya se nos ha dado. Creo que el Reino de Dios sería mucho más atractivo a un mundo perdido y adicto, si aprendiéramos a celebrar la simplicidad de la vara en nuestras propias manos, en lugar de anhelar la armadura de Saúl en una cultura que ya promueve la envidia, la avaricia y el descontento lascivioso.

No estoy recomendando que se quite cualquier tipo de ambición, el argumento es que nuestra ambición preeminente en cualquier labor impulsada por nuestra fe debería ser conocer y servir a Dios en la acción, sin importar lo simple o común. Servir a Dios con tu vara y honda, tu queso y pan, y su Dios tiene necesidad de tus habilidades de matar gigantes, estarás listo; pero si no, aun seguirás teniendo el gozo de encontrar a Jesús en el día a día.

Dios no te está pidiendo que mates a Goliat o que seas David...o Beth Moore, o Jim Elliot... Dios te está pidiendo que seas primero TÚ.