La Verdadera Virtud: Centrarse en lo que más importaMuestra
Gratitud
Ayer vimos cómo la gratificación instantánea puede afectar a nuestra perseverancia, pero también puede afectar a nuestra gratitud. Piensa en algunas de las pequeñas cosas que pueden irritarnos tan fácilmente:
- La comida rápida tardó más de lo que esperabas.
- Una app tardó unos segundos en cargar.
- Netflix muestra el temido icono de reinicio cuando estás listo para darte un atracón de series.
- Pensar: "¡No hay nada que ponerse!" cuando miras un armario completamente lleno.
Es tan fácil fijarse en lo que va mal en lugar de alabar a Dios por lo que es y lo que ha hecho. Y del mismo modo, es fácil que veamos las bendiciones de Dios como derechos que merecemos en lugar de regalos que se nos han dado.
Cuando nos olvidamos de ser agradecidos, pueden resultar dos mentalidades peligrosas.
La mentalidad uno dice: "Lo quiero ahora, así que lo tomaré ahora".
La mentalidad dos dice: "Me lo merezco, me lo he ganado, con eso está todo dicho".
Vemos estas dos mentalidades en la historia del hijo pródigo. El hijo menor le dice a su padre que quiere su herencia ahora mismo, así que toma el dinero, deja a su familia y lo pierde todo tras una serie de malas decisiones.
Después de volver a casa, su padre sale corriendo a su encuentro, le da la bienvenida y le hace una gran fiesta.
Entra la mentalidad peligrosa número dos.
El hermano mayor se había quedado con su padre todo el tiempo, así que imagina su frustración cuando se produce esta fiesta de bienvenida. Está resentido, frustrado y furioso, y se niega a ir a la fiesta porque su padre nunca le ha hecho una.
Este tipo de actitud es muy común. Vemos que otro consigue el ascenso que queremos, y en lugar de celebrarlo, empezamos a comparar y competir. En lugar de agradecer a Dios por el trabajo que tenemos, nos enfocamos en el que queremos.
Entonces, ¿qué hacemos? Cómo evitamos estas mentalidades peligrosas y cultivamos la gratitud en su lugar?
Haz un hábito de agradecer a Dios por lo que tienes. Agradece a Dios por el cónyuge que descarga el lavavajillas de forma diferente a la tuya. Agradece a Dios por el jefe que te disgusta, sabiendo que tienes un trabajo y una oportunidad para compartir tu fe. Agradece a Dios por un día más, por la misericordia fresca, por lo que Él es.
Esta es la cuestión: Cada bendición que no convertimos en alabanza se convierte en orgullo. Y las Escrituras nos dicen que el orgullo viene antes de la caída.
Si estás listo para encontrar más satisfacción, más paz y más alegría, tal vez sea el momento de pasar algún tiempo intencional cultivando la gratitud en tu vida. Puede que experimentes la verdad de que la gratitud convierte lo que tienes en suficiente.
Oración: Dios, eres tan bueno. Gracias por todas las bendiciones que me has dado. Te agradezco específicamente por ________. Ayúdame a evitar la codicia, el orgullo y el resentimiento cultivando un corazón agradecido.
Reto: Haz una lista de todas las cosas por las que estás agradecido y luego alaba a Dios por ellas.
Acerca de este Plan
¿Sientes que tu vida está atascada en autopiloto? Es hora de que te enfoques en las cosas importantes. En este Plan Bíblico de 6 días que incluye la serie de mensajes del Pastor Craig Groeschel, True Virtue, descubriremos cómo ir más allá de la virtud de exhibición vacía para vivir una vida real que honre a Dios e inspire a los demás.
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