El viaje de HabacucMuestra

"Confiando en Dios (continuación)"

Pensamientos del autor:
1. ¿Cuál es el tema principal de este capítulo? El tema principal es la fuerza y el poder de Dios.

Habacuc pasa de cuestionar a esperar y finalmente a alabar a Dios. Comprendió que Dios tenía un plan y que era el único que podía llevarlo a cabo. A medida que avancemos en la vida, nos encontraremos con muchos de estos escenarios, y todo se reduce a cómo decidimos manejarlo. Como seres creados a imagen y semejanza de Dios, y con el regalo del libre albedrío, tenemos la capacidad de actuar de diferentes maneras, pero a la hora de la verdad, Él busca nuestra confianza.

A veces Dios permite que una situación se salga de nuestras manos para que cuando nos traiga de vuelta sepamos que fue Él. En esto reafirma Su amor por nosotros y nos recuerda que incluso cuando parece que estamos en el camino solos, Él no nos ha abandonado, ni lo hará nunca.

2. ¿Cuál es el significado de "selah" y cómo debemos responder a él?

Selah es una de esas palabras de la Biblia que ha provocado la reflexión de muchos estudiosos. El hecho es que es imposible saber cuál es el significado completo de la palabra, ya que no se conoce una traducción directa. Por ello, se ha examinado a fondo el contexto en el que se ha utilizado para comprender mejor su verdadero significado. Así, centrándonos en los contextos en los que se ha utilizado, se cree que es lo mismo que un término musical, "suspender".

Pensarlo así es utilizarlo como un descanso; una pausa en lo que se está diciendo. Es un momento de reflexión, profundiza en lo que acabas de leer y presta atención a esas palabras. En ese momento de alabanza se dice algo importante y el autor ha querido asegurarse de que haya tiempo para interiorizarlo.

3. Retomando el tema general: ¿Qué está tratando de comunicar Habacuc al lector?

Habacuc, a su manera, está tratando de inculcarle la importancia de comprender quién es Dios en realidad. Comprender a Dios en Su infinita sabiduría, poder y amor, es saber en quién puedes depositar toda tu confianza. Es fácil cuestionar lo que Dios está haciendo y es difícil confiar en que Él sabe exactamente lo que hace. Como seres mortales, no tenemos la visión infinita del pasado, presente y futuro, por lo que a menudo nos cuesta confiar en que Dios tiene todo bajo control. Es normal cuestionar y estar ansioso, ahí es donde interviene la fe. Al final, Habacuc concluye de la mejor manera posible:

18 aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
19 El Señor omnipotente es mi fuerza;
da a mis pies la ligereza de una gacela
y me hace caminar por las alturas.

Esta muestra de entrega y fe es de lo que se trata. Habacuc muestra de lleno la fuerza y el poder de Dios y porqué podemos confiar en Él en todas las áreas de nuestra vida.

4. ¿Cómo podemos llevar esto a nuestro mundo actual y aplicarlo a nuestra vida diaria?

La respuesta fácil es confiar más en Dios. En muchos casos es más fácil decirlo que hacerlo. El hecho es que cuando empezamos a experimentar dificultades, a menudo nos apoyamos primero en nosotros mismos y luego miramos desde allí. Cuando nos damos cuenta de que no podemos hacerlo por nosotros mismos, entramos en pánico en lugar de tener paz en Dios. Tener fe en Dios no es creer en Él, sino saber que Él te sostendrá y nunca te abandonará.

Así que ahora volvemos a la pregunta. Cuando vayas por el mundo que te rodea, recuerda que algunas cosas están fuera de tu control y para eso está Dios. Nada se le escapa y todo responderá ante Él. Intenta recordar Proverbios 3:5:
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.

Desafío:
Hay un par de cosas con las que quiero desafiarte en este capítulo. Primero, inténtalo, lee Habacuc 3 de nuevo y detente a pensar en lo que estás leyendo. Piensa en las implicaciones de lo que Habacuc nos está diciendo sobre Dios y Su naturaleza.

En segundo lugar, tenemos que intentar pensar en maneras de ejercitar cada día de forma tangible nuestra confianza en Dios. Cuando nos apoyamos en Él para las pequeñas cosas de nuestra vida, es mucho más fácil apoyarse en Él cuando llega algo grande. Piensa en Santiago 4:8:
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!

Toma un tiempo para apoyarte en Dios y buscarlo en Su palabra. Acude a Él y Él vendrá a ti. Dios no se impone y no te obligará a dejar que te ayude. Tiene que ser tu decisión confiar en Dios y someter tu voluntad a la Suya. Al hacerlo, te encontrarás con más paz interna y consuelo. No podemos dejar que las preocupaciones de este mundo presente consuman nuestros pensamientos y nos alejen de la paz mental de Dios.

Si dejamos que nuestras mentes se cuestionen, éstas nos controlan. Mantén tus pensamientos bajo control y continuamente en Cristo, y tus acciones lo reflejarán.