El viaje de HabacucMuestra

"Esperando en Dios (continuación)"

Pensamientos del autor:
1. Concéntrate en el versículo 1 por un momento y piensa en la importancia de éste. Explica tus pensamientos al respecto.

Habacuc fue muy claro en lo que estaba haciendo. Estaba esperando que Dios le respondiera, pero ¿por qué es tan importante el versículo 1? La respuesta sencilla es que es una demostración de cómo debemos esperar las respuestas de Dios. Mientras esperaba una respuesta, se mantuvo firme. Como antiguo integrante de la marina de combate, conozco la importancia de mantener tu puesto y de hacerlo vigilantemente.

Habacuc no se limitó a sentarse y decir que actuaría cuando recibiera una respuesta, sino que seguiría manteniéndose en guardia como hasta ahora mientras esperaba la respuesta de Dios. Otro punto a destacar es que Habacuc estaba planeando su respuesta a la respuesta de Dios. Se estaba preparando para responder a Dios de alguna manera.

Esto me recuerda a una campaña política. Cuando un candidato se presenta a algún cargo, suele prepararse para cualquiera de los dos resultados. Suelen tener preparados tanto un discurso de aceptación como uno de concesión. Es una forma de demostrar que está dispuesto a someterse a la autoridad gobernante. Para los políticos es la elección del pueblo y para Habacuc, Dios.

2. ¿Cómo decidió Él responder a Habacuc y qué dice esto sobre cómo debemos escuchar?

Como todos sabemos, los caminos de Dios no siempre son los que esperamos o pensamos que deberían ser. Dios decidió decirle a Habacuc que tomara nota de algo que sucedería en el futuro. Eso es a veces difícil de digerir. En la generación de hoy estamos rodeados de gratificación instantánea. Vivimos en una generación de microondas que quiere ver resultados ahora. Queremos que la resolución tenga lugar inmediatamente, pero eso no es siempre lo mejor para nosotros.

Dios lo sabe y se tomó este tiempo para hacérselo saber a Habacuc. Sé paciente, las cosas no siempre son como parecen. Puede parecer una situación imposible, pero Dios sabe lo que hace. La paciencia no es una virtud fácil de expresar con nadie, es saber cuándo esperar y cuándo moverse. La paciencia significa que a veces tienes que esperar a que Dios termine antes de que decidas moverte. Eso es lo que Habacuc estaba a punto de experimentar. Era el momento de que Dios se moviera y de que él tuviera paciencia.

3. ¿Por qué crees que Dios usó la palabra "Ay" mientras le hablaba a Habacuc en lugar de otra palabra como "maldito"?

"Ay" es un término que se utiliza para el acto de piedad. Se trata de un desafío al lector y no de una declaración general. Es fácil decir, "mira todo el éxito que tienen, me gustaría tener algo de eso". Lo que Dios quería inculcarnos era que no había que envidiar a las personas mencionadas, sino sentir lástima por ellas. No de manera que empecemos a ser sus jueces, sino de manera que clamemos en intercesión por ellos. Una vida de pecado no es algo que se pueda envidiar.

Kapil Dev, ex jugador de cricket de la India, lo dijo mejor cuando afirmó: "A la larga, creo que la honestidad es definitivamente la mejor política. Uno puede salirse con la suya siendo deshonesto a corto plazo, pero en última instancia, la honestidad es lo más rentable". Una persona deshonesta siempre está preocupada por que su deshonestidad se le devuelva y esa no es una forma de vivir la vida con la que Dios te ha bendecido.

4. ¿Cómo podemos llevar esto a nuestra vida diaria?

Hay muchas formas prácticas de aplicar lo que enseña este capítulo, pero quizá lo mejor sea tener paciencia con Dios porque no te ha abandonado. No puedes descuidar tu puesto espiritual mientras esperas que Dios responda a tus preguntas. Dios es perfecto en todo, incluso en Su tiempo, y si descuidamos nuestro puesto espiritual mientras lo esperamos, no somos mejores que el siervo de las mil monedas de Mateo 25:24-26.

24 »Después llegó el que había recibido solo mil monedas. “Señor —explicó—, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. 25 Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo”. 26 Pero su señor le contestó: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido?
Sé fiel con lo que Dios te ha dado y Él te bendecirá. No anheles lo que no tienes, sino que en todo da gracias al Creador del universo.

Desafío:
Toma un tiempo hoy para reflexionar sobre lo que tienes y cómo lo has conseguido. Habla con Dios y hazle saber que estás agradecido. Mi mayor reto es que le hagas saber a Dios que continuarás haciendo guardia mientras esperas en Él.