Del divorcio a la sanación: 31 días de sanación y plenitudMuestra

"Ira"

La ira es una de las primeras y más destructivas emociones experimentadas en una ruptura matrimonial. Créeme, probablemente tengas una buena razón para enojarte con tu esposo o esposa. Ellos engañaron, abusaron, abandonaron o destruyeron lo que nadie tiene el derecho de destruir. ¡Tienes los hechos y es momento de desahogarte!

Déjame ayudarte a controlarte. Por mucho que tengas derecho a explotar, ¿es lo mejor que puedes hacer en este momento? ¿Estás en una situación volátil? ¿Están los niños cerca de ti? ¿Estarías en peligro si les dejaras hacer?

Tienes toda la razón de estar enojado, pero la ira justa es solo eso: ira. Llega un momento en el que debes sanar el dolor de la herida y aprender a procesar la ira que sientes como una enorme pieza de un rompecabezas de la sanación.

Algunas personas reprimen las cosas y luego explotan. Otras, quizás solo viven la vida con resentimiento porque no han trabajado en ello. Dondequiera que estés en la escala de la ira, no dudes en preguntarle a Dios cómo puede ayudarte.

Dios nos dio las emociones, pero también nos dio el Espíritu Santo para guiarnos con discernimiento sobre cómo manejarlas. El manejo saludable de la ira es vital para tu sanación.

La supervivencia dependerá de cómo manejas tu ira. Cada guerra tiene su campo de batalla, algunos pueden dejarte sin cobertura y vulnerable al enemigo. No le des ningún tipo de ventaja.

Oración
Dios, necesito tu ayuda en este momento para tratar con las heridas que me hicieron daño. Toma mi ira y dame sabiduría para saber hablar, en el nombre de Jesús. Amén.