Soñar Sí CuestaMuestra

Día 4

Soñar para Dios

¿Cuándo soñamos para Dios? Cuando todo lo que hacemos, pensamos, decimos y anhelamos hacer está alineado a su Palabra. Cuando vives con intensidad cada día, aprovechando el tiempo siendo diligente con lo que tienes que hacer. Cuando buscas descubrir cuales son tus dones, talentos, capacidades, virtudes e inclusive tus debilidades. Cuando sabes en qué eres bueno, podrás enfocarte en perfeccionarte en eso que te ayudará a cumplir tu sueño.

En estos tres días habrás comprendido que soñar sí cuesta. Cuesta compromiso, sacrificio y esfuerzo. No esperes a ver algo sobrenatural (aunque puede pasar) o recibir cientos de confirmaciones para comenzar a dar vida a los sueños que ya Dios depositó en ti.  Si Él ya te dio una idea, aunque parezca algo pequeño, comienza a dar pequeños pasos (a tomar decisiones). No te detengas esperando otro sueño u otra señal. Hey! Ya Dios habló, sigue caminando. Si el sueño cambia, el destino o la meta son otras diferentes, Él volverá a hablar y te dará la dirección a seguir.

Cuando sueñes para Dios llegarán dudas, sentirás miedo e inseguridad, pero continúa enfocado a vivir ese sueño. Porque todo lo que Dios hace es bueno, es para darnos un futuro y una esperanza. Vive para agradar a Dios, vive para inspirar a otros, vive para que todos puedan ver que los sueños son un acto de fe cuando tomamos acción y vamos tras ellos.

Jesús era un soñador. Soñó con nosotros desde antes de nacer, sueña con que lo conozcamos y que su verdad haga un cambio de mentalidad a nuestra vida. 

Oración

Padre, tu has soñado y creado tu Reino. Me invitas a ser parte de él y a cumplir los sueños que tienes para mí. Permíteme alinearme a tus planes, quiero ver lo que harás en mi vida y en la vida de todos aquellos que abran su corazón a escucharte y seguirte. Gracias por susurrar sueños a mi vida, perdóname por no escuchar algunos, desecharlos o dejarlos en el olvido. Gracias por todos los talentos y capacidades que me has dado, me asombro de todo lo que haces en mí y a través de mí. Tus sueños me dan vida. Gracias por ser tan cercano, tan cuidadoso y tan detallista. Estoy dispuesta a vivir para cumplir tus sueños. 

  

Amneris Meléndez es la escritora de este plan de lectura y también es autora de los libros: Los hijos, ¡grandes maestros! y De Reina a princesa.