Soñar Sí CuestaMuestra
Día 1
Soñar sí cuesta
¿Has escuchado la frase “soñar no cuesta nada?”
Pues, no estoy de acuerdo, porque soñar sí cuesta. No me refiero a que cuesta dinero, sino que cuando sueñas y comienzas a caminar en pos de ese sueño pones en préstamo tus emociones, tus pensamientos, tus ideas, tu esfuerzo.
¿Vale la pena soñar? Sí.
¿Los sueños, sueños son? No.
Los sueños pueden llegar como si Dios estuviera compartiendo un secreto contigo. Te susurra una idea que enciende una llama en ti. Nunca estás completamente seguro de que funcionará, pero debes arriesgarte. Arriésgate y vive con propósito, cumpliendo los sueños que Dios te entrega.
Creo que Dios disfruta de vernos soñando, porque soñar es un acto de fe. Atrévete a soñar con una familia diferente, una relación mejor, un nuevo trabajo, emprender un negocio propio o desarrollar tus talentos… para todo esto y mucho más se requiere tener fe. No temas soñar, no temas creer, no temas escuchar la voz de Dios. No puedes dudar de su plan. Dios sueña contigo, son dulces los sueños que Él tiene acerca de ti.
En este plan vas a aprender a tener la libertad de soñar para ti, soñar para otros y soñar para Dios.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11)
Escritura
Acerca de este Plan
En este plan vas a aprender a tener la libertad de soñar para ti, soñar para otros y soñar para Dios. Arriésgate y vive con propósito, cumpliendo los sueños que Dios te entrega.
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Nos gustaría agradecer a Amneris Meléndez por brindar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.amnerismelendez.com