Ganando la batalla en tu menteMuestra

Al igual que tú, cada día siento que tengo más de lo que puedo soportar, pero me apoyo en Dios para renovar mi mente. Su verdad es mi plan de batalla. Sigo creando nuevas trincheras de verdad para reemplazar mis viejas rutinas y así me da patrones de pensamiento que me conducen a la vida y a la paz.

¿Dónde necesitas a Jesús hoy, en este momento?

¿De qué manera tus pensamientos no llegan a lo que es Su verdad que nos trae vida? ¿Estás atrapado en una rutina negativa, dolorosa y tóxica? ¿Qué vas a hacer?

Vas a usar las cuatro herramientas que Dios nos ha dado para mejorar nuestros pensamientos y ganar la batalla en nuestras mentes: (1) el Principio de Reemplazar, (2) el Principio de Reprogramar, (3) el Principio de Replantear y (4) el Principio de Regocijar.

1. Tienes que eliminar la mentira y reemplazarla con la verdad. Sabemos que tenemos un enemigo que intenta destruirnos. Su arma es la mentira. Nuestra debilidad es creer esas mentiras, y si nos creemos una mentira, va a afectar a nuestras vidas como si fuera verdad. El problema es que no nos damos cuenta de que las mentiras que creemos son mentiras. Espero que ahora tengas claro las mentiras que necesitas eliminar. 

2. Tienes que crear nuevas trincheras que contengan la verdad. Nuestros cerebros tienen vías neuronales (rutinas mentales que hemos creado al pensar los mismos pensamientos una y otra vez) que desencadenan nuestra respuesta automática a los estímulos externos. Para parar un comportamiento, necesitamos quitar la mentira que hay detrás y reemplazar la vía neural. Necesitamos excavar trincheras que contengan la verdad. ¿Cómo? Renovando tu mente con la verdad de Dios. 

3. Tienes que replantear. No podemos controlar lo que nos sucede, pero podemos controlar cómo lo percibimos. Todos tenemos sesgos cognitivos que nos hacen ver las cosas de forma que no reflejan la realidad. Pero, tenemos el poder de hacer un replanteamiento cognitivo, cambiando nuestra forma de ver el pasado y el futuro.

4. Tienes que cambiar tu perspectiva a través de la oración y la alabanza. Es fácil sentirse abrumado por todo lo que está sucediendo, pero cuando ya nos ha superado, encontramos que Dios es suficiente. Dios no solo es suficiente sino que también está cerca. Tenemos que permanecer atentos a Su presencia. Cuando lo hacemos, nos motiva a orar. La oración cambia nuestro cerebro, al igual que alabar a Dios. Lo alabamos por quién es Él, incluso si el qué de lo que nos está sucediendo, no es lo que queremos. Cuando alabamos a Dios, Él se manifiesta y da paz a nuestra mente.

Decide hoy que no pensarás como el resto del mundo. Dejarás que Dios renueve tu mente. 

En lugar de obsesionarte con lo que ves, fija tus pensamientos en Jesús. Él te hizo. Él proveerá. Él puede sostenerte, fortalecerte y capacitarte para hacer lo que Él te ha llamado a hacer.

Eres más que vencedor en Cristo. Dios es más que suficiente. Y nada puede separarte del amor de Dios. Deja que Dios cambie tu forma de pensar porque Él cambiará tu vida.

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