El hierro se afila con el hierro: Life-to-Life® mentorizando en el Antiguo TestamentoMuestra

Día 3: Rut y Noemí 

Al igual que Dios utilizó a Moisés para levantar a Josué como futuro líder de su pueblo, también usó a Noemí para acompañar a su nuera Rut en un momento frágil y vulnerable de su vida.   

Podemos leer su historia en los cuatro capítulos del libro de Rut. Ocurrió en el tiempo de los jueces, después de que los hebreos se asentaran en la tierra prometida y antes de que coronaran a su primer rey. En ese tiempo, una hambruna llevó a un hombre llamado Elimelec, a su mujer Noemí y a sus dos hijos a trasladarse desde Belén a Moab.

Poco tiempo después de irse se vieron afectados por la tragedia al morir Elimelec. Entonces los hijos de Noemí tomaron por esposas a dos mujeres moabitas, pero la tragedia volvió a asolar a la familia y los hijos murieron. Una de las mujeres se quedó en Moab, de vuelta con su familia mientras que la otra, Rut, siguió a su suegra de vuelta a Belén. 

Rut, que era forastera en Judá, la tierra de su marido; se quedó con Noemí que se convirtió en su mentora. Cuando pensamos en ello, las dos mujeres no podrían haber sido más diferentes. Una era anciana y la otra joven y las dos provenían de diferentes trasfondos étnicos, culturales y religiosos. 

Aún así, leyendo su historia podemos encontrar una sana interdependencia. También podemos ver cómo Rut adopta un compromiso con Noemí y una sincera promesa: "Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras y allí seré sepultada. ¡Que me castigue el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la muerte!".

Conforme avanza la historia, Noemí acompaña a Rut mientras ella conoce a un hombre llamado Booz y entabla una relación con él. La orientación de Noemí lleva a Rut y Booz a casarse. Rut sería después la bisabuela del rey David y, por consiguiente, ¡antepasado de Jesús, el Mesías!

Su historia nos recuerda que los discipulados intergeneracionales aportan beneficio mutuo. ¡Nos necesitamos los unos a los otros! El discipulado significa simplemente compartir una parte de tu vida con otra persona y viceversa. Además, como vemos en el caso de Rut y Noemí, relaciones así pueden surgir ¡Incluso dentro de nuestra familia!