Preguntas para DiosMuestra

Está bien, pero ¿qué pasa con en infierno? 

Para muchas personas, su entendimiento del infierno y el juicio de Dios hace ver a Dios como un monstruo cruel en vez de un Padre Amoroso. 

Por esto es tan importante leer cada pasaje sobre el infierno a través del filtro de quién es Dios revelado a través de Jesús. Cuando miramos a Jesús, vemos a un Dios lleno de amor, gracia, compasión, y misericordia. Cuando miramos a Jesús, vemos a un Dios que no se detendrá ante nada para rescatar la humanidad de nuestro pecado y reconciliarnos consigo mismo. 

Al mismo tiempo, Jesús nos muestra un Dios que no duda en llamar al pecado y al mal lo que son. No solo eso, sino que Jesús no secuestra el libre albedrío de nadie. Él le da a las personas la opción de seguirlo y confiar en Él, o de rechazarlo.

Todos tenemos la opción de elegir vida con Dios, o la vida aparte de Dios. 

Dios honrará nuestra elección. Si alguien elige rechazar a Dios en su vida, entonces Dios no anulará esa elección cuando muera. Por eso existe el infierno. El infierno es el resultado de que Dios honre la libertad de las personas de elegir vivir con Él o aparte de Él.

¿Qué es el infierno? El infierno es la separación de Dios. 

Uno de los mayores problemas con los que se encuentra la gente es que su idea del infierno suele ser a menudo, mucho más detallada y específica de lo que realmente se encuentra en la Biblia.

Cuando habla del infierno, Jesús lo describe de muchas maneras diferentes. Algunas veces, el infierno es un fuego ardiente, a veces es un horno, a veces es un basurero, y otras veces es pura oscuridad. 

Los detalles pueden ser diferentes, pero el punto es el mismo: El infierno, la eternidad aparte de Dios, es mucho peor que la unión eterna con Dios. 

Es por eso que el lenguaje sobre el infierno es tan extremo e intenso. ¡Porque Jesús quería que la gente entendiera que podían elegir la vida eterna con Dios! O podrían rechazar a Dios y elegir el infierno. 

“Solo hay dos tipos de personas al final: aquellos que le dicen a Dios, ‘Hágase tu voluntad,’ y aquellos a quienes Dios dice, al final, ‘Hágase tu voluntad.’ Todos los que están en el infierno, lo eligieron. Sin esa elección propia no podría haber Infierno. Ningún alma que desee seria y constantemente alegría jamás se la perdería"– C.S. Lewis. 

En este punto, es posible que aún te sientas inquieto por la idea del infierno. Bien. Eso significa que eres humano. Esto debería inquietarte. 

El apóstol Pablo, en Romanos 9:2-3, dijo esto:“Me invade una gran tristeza y me embarga un continúo dolor. Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hemanos, los de mi propia raza”.

Pablo está diciendo que elegiría el infierno para sí mismo si eso significara que el resto del pueblo judío eligiera la vida con Dios. 

Ese es el amor que Jesús nos mostró. Al hacerse pecado en la cruz, se permitió separarse de Dios para que pudiéramos tener vida eterna.