Parábolas: 21 Días De Ayuno Y DevocionalMuestra

DÍA 13: Parábola de la oveja y moneda perdida

En las dos parábolas, tanto con la oveja como con la moneda, Jesús transmite una pérdida porque las dos eran una propiedad. Esto es una realidad para nuestras vidas, ya que somos su creación. Él nos ha formado y dado vida. Somos suyos. La creación entera le pertenece. Lo más maravilloso es que, aunque se habían perdido (la oveja y la moneda), en las dos parábolas hay una búsqueda incesante e insistente hasta que logra encontrarlas. 

Dios se ha tomado el tiempo de buscarnos hasta dar con nosotros. Algunos de los que estaba buscando se habían marchado del ‘redil’. No especifica cómo se han perdido pero lo que sí deja claro es que va a buscarlos. 

Lo mejor de todo es que cuando son encontrados, la vuelta es a los hombros del buen pastor. Piénsalo, cuando te sientes cansado y fatigado, ¡qué mejor lugar para sentirse seguro!

En el caso de la moneda perdida, podemos aprender que hay muchos que están perdidos en nuestra ‘propia casa’, pero Dios no nos deja así. Dice que «enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla». Y no solo eso, sino que nos hace formar parte nuevamente del conjunto de monedas, ya que el conjunto siempre nos hace más valiosos. 

El desenlace, y una lección para no olvidar, es que, tanto en la parábola de la oveja como en la de la moneda, no solo debemos celebrar y estar gozosos por haber sido hallados, sino también celebrar con Jesús a todos los que Él va trayendo al redil y a todos los encontrados en nuestra propia casa.

Oración: Gracias, Dios, por nunca cansarte de buscarnos sea donde sea. Queremos sinceramente celebrar contigo cada “oveja” hallada y cada “moneda” encontrada. Que nunca perdamos el asombro de lo que un día también hiciste por nosotros y que nuestro corazón siempre esté agradecido. Amén.