Una sacudida de gozoMuestra

El gozo no es la respuesta natural, sino sobrenatural, a la vida. Por eso es un fruto del Espíritu y no de nuestra personalidad. El gozo no es una reacción automática a las circunstancias, es un momento milagroso en este mundo oscuro y agonizante, cuando Su presencia se revela a tu vida. El gozo que experimentas y demuestras ha nacido de una relación personal con Él.

No has sido creado para la depresión o para mostrar un espíritu crítico; tampoco para la murmuración y la amargura. No has sido hecho para tratar a su marido con el silencio, para crear fricciones en la iglesia o hablar con ira a tus hijos. ¡Has sido creado para el gozo!

¿Qué ocurriría si en lugar de poner gasolina en el depósito de mi coche, decido ahorrar algo de dinero y llenarlo con arena? Aparte de que nunca llegaría a mi destino, eso destrozaría el coche. Esta es una triste imagen de lo que ocurre cuando los cristianos arruinamos nuestras vidas con la depresión, la ira o la amargura. Nunca llegarás a tu destino en la vida.

Has sido diseñado para ser un cristiano que lleve fruto. Nunca llevarás dicho fruto para el que has sido diseñado, a no ser que dependas totalmente de Jesús. Cada día... durante todo el día, empápate de quién es Él y de lo que tiene para ti. Abona tu vida con la palabra de Dios, con alabanza y oración. Cuanto más espacio ocupe Jesús, todo tu ser será una extensión que producirá gozo.