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Pobre de mí! Muestra

Poor Me!

DÍA 3 DE 5

Cambiar enfoque

La verdad es que la autocompasión es una elección. Nosotros somos los que elegimos nuestros pensamientos. Sentir pena por nosotros mismos nos hace ensimismados, y eso es una vida de miseria. Nadie quiere estar cerca de nosotros y somos inútiles para el reino de Dios.

Entonces, el segundo paso para bajarse del tren de la autocompasión y subirse al tren del vencedor victorioso es: Cambiar el enfoque.

La definición de Webster de autocompasión es "una morada autoindulgente en las propias penas o desgracias". Enfocarnos en nuestros problemas nos hace prisioneros de ellos. Cuando pasamos todo el tiempo pensando en lo mala que es la situación, lo injustas que son las cosas y lo difícil que lo tenemos, nos hace perder de vista todo lo demás: nuestros dones y llamamientos, las necesidades de los demás, las riquezas de Dios. bendiciones y promesas.

Lo único que me ayudó a superarlo es cambiar el enfoque. El Salmo 121:1 dice: “Miro hacia los montes de donde viene mi fuerza... mi fuerza viene del Señor”. ¡Mira hacia arriba! ¡Mi fuerza viene de Dios! En lugar de concentrarme en los problemas, tuve que cambiar mis pensamientos para concentrarme en Dios: Su grandeza y todo lo que ha hecho por mí en Cristo.

Para mí, eso significa leer diariamente Su Palabra, meditar en Sus promesas. El Salmo 103 nos da un modelo: Bendice, alma mía, al Señor... no olvides todos sus beneficios: el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que redime tu vida de la destrucción, el que te corona de misericordia y ternura. misericordias, que sacia de bienes tu boca, para que tu juventud se renueve como la del águila(vv. 1-5).

En lugar de pensar en tus problemas, ¡adelante, bendícelo! ¡Él te ha perdonado, sanado y salvado del infierno! ¡Él te ama, te provee y te da energía! Es difícil sentir lástima por ti mismo cuando te enfocas en todas esas cosas buenas.

Sí, se necesita esfuerzo para cambiar su enfoque. ¡Pero es mucho mejor que celebrar una fiesta de lástima todos los días!

Entonces, cuando suceden cosas difíciles, puedo llorar y deprimirme por un corto tiempo, pero no dejo que consuma mi vida. No puedo cambiar el pasado, pero cuando rechazo la autocompasión, puedo cambiar mi futuro manteniendo mis ojos en Dios, quien me ha dado la victoria. ¡Usted también puede!

Día 2Día 4

Acerca de este Plan

Poor Me!

¿Tienes problemas hoy? ¿Ha sido lastimado por alguien, o se enfermó, experimentó carencias o sufrió reveses devastadores? Es fácil sentir lástima por uno mismo en momentos como estos. ¡Pero Dios ha hecho una salida para ti! ¡Es hora de cerrar la fiesta de la lástima, levantarse, aferrarse a las promesas de Dios y ser un vencedor!

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Queremos agradecer a Karen Jensen Salisbury por proveer este Plan. Para más información, por favor visita: http://karenjensen.org

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