Entendiendo el SabbatMuestra
Lo que el Sabbat no es
Guardar el Sabbat era de un gran valor en la fe judía. Eruditos judíos han debatido esto por años. En vez de de descansar y pasar tiempo con su Creador, ellos estaban más preocupados en cómo se veía que ellos obedecieran la ley.
Cuando Jesús vino a la tierra, inauguró su ministerio público en el Sabbat. No solamente su llegada al mundo no llenaba las expectativas de algunos líderes religiosos judíos, llamados Fariseos, sino que alteró sus reglas del Sabbat por completo.
Hay una larga discusión sobre el Sabbat en Mateo 12. Ahí, Jesús y sus discípulos estaban caminando a través de un campo sembrado de trigo y tenían hambre. Así que ellos comieron. Recogieron granos de trigo y comían lo que recogían en el Sabbat. ¿No hay problema con eso, cierto? No. Esto constituía "cosechar" a la vista de los Fariseos, y eso estaba estrictamente prohibido en el Sabbat.
Jesús trató sus acusaciones al referirse a una historia en las "escrituras", o Antiguo Testamento, donde el Rey David y sus amigos tenían hambre y acabaron quebrantando la ley al comer el pan que solamente los sacerdotes podían comer. Jesús puso punto final cuando dijo, "Pues el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!" (Mateo 12:8 NTV)
Si recoger granos de trigo en el Sabbat no fue suficiente para enfurecer a los religiosos, el siguiente acto de Jesús lo haría. Él fue a la sinagoga y vio un hombre cuya mano estaba seca. Jesús le dijo al hombre que extendiera su mano, y cuando lo hizo, su mano fue restaurada en ese instante. En vez de estar maravillados del poder de Jesús, los Fariseos decidieron que era tiempo de planear su muerte.
Los Fariseos estaban tan preocupados sobre las "reglas" que Jesús quebraba en el Sabbat que ellos se olvidaron por completo de las personas. Parecía que ellos no entendieron el propósito del Sabbat, y lo vieron como otra regla la cual seguir, y no vieron que era para su propio beneficio. En realidad, fue un regalo de Dios para que ellos tomaran parte. Dios les dio un día entero para descansar y disfrutar del mundo que Dios había creado, pero a ellos no les importó.
En Éxodo 20:10, la palabra hebrea para trabajo es mela’kah, y significa ocupación o negocio. El Sabbat trataba sobre no trabajar. No menciona nada sobre no ayudar a las personas. Para los Fariseos, guardar el Sabbat era más importante que ver a alguien sanado. Aún así, Jesús no dio mandatos ni restricciones contra el hacer el bien en la vida de las personas. El enfoque de ellos estaba en la parte del "cómo" de por qué Dios lo estipuló y lo mandó. Pero, descansar del trabajo no significa que las buenas acciones se detengan. Dios es bueno y Él hace el bien...incluso en el Sabbat.
El pasaje sobre el Sabbat trata menos sobre "cómo" y "cuándo" obedecer esta regla. Hay propósito en el Sabbat, y ese debería ser nuestro enfoque. Esto nos lleva a diferenciar entre la ley y el principio. La ley es estricta y prohíbe. Los principios son flexibles y traen libertad.
Escritura
Acerca de este Plan
La mayoría de nosotros estamos sobrecargados de trabajo y muy cansados, por lo que el concepto del Sabbat no podría ser más importante. Honrar el día de reposo significa "santificarlo", y santificado simplemente significa "apartado". Nuestro Sabbat debería verse diferente de los otros seis días de la semana. En este plan, analizaremos lo que es, lo que no es, cómo se ve hoy, y cómo encontramos nuestro verdadero reposo en Jesús.
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