Luchando por la unidad en un mundo divididoMuestra

Un nuevo comando

“Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”. Juan 13:34-35 NVI

Jesús nos estaba diciendo a nosotros, sus seguidores, el mundo sabrá quien Él es por la manera que nosotros amamos. Entonces, si no podemos respetuosamenteestar en desacuerdo con alguien sobre política, entonces eso es un indicador de que debemos controlar nuestros corazones. Jesús murió por la persona con la que no estamos de acuerdo. Y nos ordenó amarlos. Por lo tanto, veamos algunos consejos prácticos que nos ayudarán a amar a las personas con las que simplemente no estamos de acuerdo.

Reconoce tu propiosesgo. Los sesgos son las inclinaciones de tus pensamientos y sentimientos. Son juicios personales sobre un asunto o una persona, a menudo de forma negativa o perjudicial. Y los prejuicios afectan a todos, nos demos cuenta o no. Tendemos a pensar que sololos demás tienen problemas de sesgo. El ego y el orgullo distorsionan nuestros pensamientos de formas peligrosas y sutiles. Pero antes de que podamos esperar que alguien más reconozca sus prejuicios, tenemos que reconocer los nuestros. He aquí un ejemplo. ¿De dónde sacas tus noticias? Lo más probable es que estés siguiendo tus sesgos de confirmación—aunque sea inconscientemente. Nos gusta leer o mirar algo que nos permita decirnos a nosotros mismos: “¿Ves? ¡Yo tenía razón!" Esfuérzate por buscar la enseñanza y la corrección de la Palabra de Dios como la fuente suprema de sabiduría, verdad y conocimiento más que buscar tu proveedor de contenido favorito como una fuente de caricias al ego.

Aprende a ver lo bueno (y lo no tan bueno) en ambos lados. Si llegas a un lugar en el que ves a las personas con las que estás de acuerdo como "buenas" y las personas con las que no estás de acuerdo como "malas", entonces eso es un indicador de que hemos dejado de ver al otro lado como seres humanos hechos a la imagen de Dios. ¿Por qué? Si no puedes aprender a ver lo bueno y lo no tan bueno en ambos lados, entonces puedes convencerte de que ellos son tus enemigos. Recuerda, ellos nunca son un enemigo que debe ser conquistado; sino una persona a la que amar.

Busca comprender antes de buscar ser comprendido. Si te encuentras diciendo: "No puedo entender por qué ______", haz una pausa y ve eso como una oportunidad para comprender mejor a las personas con las que no estás de acuerdo. Inicia una conversación. Haz preguntas. Escucha. Ve las cosas desde su punto de vista. No es necesario que estés de acuerdo con alguien para comprenderlo.

Recuerda, no eres tan listo como piensas que eres. Solo porque piensas que tienes la razón, no significa que tienes la razón. Incluso si sientes muy apasionadamente tener la razón, eso todavía no necesariamente te da la razón. Esta verdad nos ayuda a entablar conversaciones con la postura de querer aprender y comprender a la otra persona. Si nuestro objetivo es ganar una discusión, nunca tendremos conversaciones reales. En cambio, nuestro objetivo debería ser construir conexiones y encontrar un terreno común para que podamos avanzar.

Como seguidores de Jesús, estamos llamados a representarlo ante el mundo en todo lo que hacemos. Incluyendo cómo nos involucramos en política. Incluyendo cómo estamos en desacuerdo sobre política. Cuando la gente ve la forma en que hablas de política, ¿ven a Jesús en ti?

Ora: Dios, ayúdame a representarte bien en cada conversación. Ayúdame a vivir de tal manera que la gente te vea en mí.