Luchando por la unidad en un mundo divididoMuestra
Terreno común
Ayer, echamos un vistazo a nuestras diferencias. Hoy, estamos viendo qué tenemos en común.
- Todos somos imágenes.
- Todos estamos infectados.
- Todos estamos invitados.
Todos somos imágenes.Cada uno de nosotros es un ser humano. Ser humano significa ser hecho a imagen y semejanza de Dios. Esta es la belleza de la historia cristiana. La primera página de la Biblia responde la pregunta, "¿importo? ¿Es valiosa mi vida? ¿Tiene mi vida un propósito?" con un resonante, "¡Sí!" En el principio, se nos dice que Dios creó a los seres humanos a su imagen con dignidad, valores y propósito. Esto significa que no importa cómo te veas, lo que hayas hecho, lo que crees, o por quién hayas votado, tu vida importa porque estás hecho a imagen de Dios.
Esto es verdad para todos nosotros. Incluso cuando no actuamos así. Todos nosotros estamos hechos a la imagen de Dios.
Estamos todos infectados. Aquí está la parte no tan divertida. Estamos todos infectados por el pecado. El pecado es una enfermedad de egocentrismo que hace que nos veamos a nosotros mismos superiores y a los demás inferiores. Nuestro pecado quiere cegarnos a la imagen de Dios en los demás, y a la imagen de Dios en nosotros mismos. Ver a las demás personas "como menos" porque tienen opiniones diferentes sobre las cosas que nos importan o incluso porque están en desacuerdo con nosotros políticamente es solo de las muchas maneras en que nuestro pecado nos ciega a la imagen de Dios en los demás.
La enfermedad del pecado nos hace olvidar quiénes somos y nos hace olvidar de quién somos. Si somos conscientes del peligro del pecado, puede ser muy fácil verlos como el problema. Pero ellos nunca son problemas que resolver. Ellossiempre son personas a las que amar.
Pero no te preocupes. Hay buenas noticias.
Todos estamos invitados. "¿Quieres ser sano?" Esta fue la pregunta que Jesús le hizo a un hombre que había estado enfermo por muchos años. Esta es la pregunta que Jesús nos hace a todos nosotros. A través de su muerte y resurrección, Jesús hizo un camino para que nosotros seamos sanados de la enfermedad del pecado y nos invitó a ser parte del plan de Dios para hacer nuevas todas las cosas. Pablo nos dijo en su carta a la iglesia Romana que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Así es como Dios demostró su amor. No lo gritó desde el cielo. Lo mostró en persona. Esa persona es Jesús. Y ahora, estamos todos invitados a ser parte de su familia.
¿Las personas que te vuelven loco en Facebook? Jesús también murió por ellas.
¿Cómo nos movemos hacia la unidad y nos alejamos de la división? Valoramos nuestras diferencias y encontramos un terreno común.
Ora: Dios, ayúdame a encontrar el terreno común con las personas con las que no estoy de acuerdo. Recuérdame que todos somos imágenes de ti, todos estamos infectados por el pecado y todos estamos invitados a seguir a Jesús.
Acerca de este Plan
¿Cómo sigues fielmente a Jesús en un mundo dividido? En un mundo donde cada asunto se ha convertido en una batalla entre "nosotros" y "ellos", es más importante que nunca recordar que, pase lo que pase, Jesús todavía está en el trono. Aprende a responder a un mundo cada vez más dividido como discípulo de Jesús.
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