Crianza imperfectaMuestra

Estudia a tus hijos

La mayoría de nosotros hemos recibido educación a lo largo de nuestra vida. Tal vez hayamos recibido un diploma de secundaria o nos hayamos graduado con un título universitario, incluso un máster o un doctorado. O quizá nuestros estudios en la vida han sido una formación "en el trabajo" que nos ha ayudado en nuestra carrera actual. Cuando perseguimos algo para obtener información educativa nos convierte en conocedores de un campo. 

¿Qué tal si eso mismo lo usamos para aprender e implementar lo adquirido en nuestra crianza parental? ¿Qué tal si elegimos estudiar a nuestros hijos para poder “criarlos según la disciplina e instrucción del Señor”? (Efesios 6:4 NVI). Aprender lo que les inspira, motiva, enamora e incluso lo que les molesta o lastima, conlleva un gran esfuerzo, no importa la edad que tengan. Aquí hay algunas sugerencias:

Descubre su tipo de personalidad
Hay muchas maneras de saber cómo las personas son por dentro. Desde libros y pruebas que miden la personalidad hasta las que indican las fortalezas. ¿Tú hijo es extrovertido? ¿Disfruta de los planes? ¿Es fácil herir sus sentimientos? Esto no es para etiquetar a nuestros hijos, sino para ayudarnos a descubrir como se comportan ante la vida y las relaciones. No queremos que ninguna herramienta defina a nuestros hijos, pero sí que nos ayude a conocerlos. 

Descubre sus dones espirituales
Cada uno de los seguidores de Cristo tiene al menos un don espiritual. Estos nos fueron dados por el Espíritu Santo a su discreción. Sí, eso incluye a tu bebé o tu hijo de 5 años. Tal vez has comenzado a notar rasgos característicos de algún don en tus hijos. Estos han sido determinados por Dios, pero nosotros podemos hacer nuestra parte al ayudar a desarrollarlos para que puedan “poner al servicio de los demás cada don recibido” (1 Pedro 4:10 NVI). 

Descubre su lenguaje del amor
El autor Gary Chapman escribió un libro llamado Los cinco lenguajes del amor. En él, Chapman comparte que nuestras relaciones van a crecer más fuertes cuando aprendamos a dar y recibir amor. Y continúa con Los cinco lenguajes del amor de los niños, que ayuda a los padres a hablar el lenguaje del amor de sus hijos. Ambos libros ofrecen sabiduría y visión que nos ayudarán a descubrir la mejor manera en la que nuestros hijos entiendan y sientan nuestro amor. 

Estudiar a tu hijo no te convertirá en un padre perfecto, pero te ayudará a conocerlo y a profundizar tu relación con él mucho más que si no lo hicieses. Entonces, hoy comienza a pasar más tiempo con tus hijos, a estudiarlos y conocerlos en profundidad y cuando menos te lo esperes te convertirás en Dra. mamá o Dr. papá.