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Las promesas de DiosMuestra

Las promesas de Dios

DÍA 3 DE 3

LA PROMESA DE LA FAMILIA

Podríamos tener una armonía hermosa en la familia y en el hogar si no fuera por el pecado. A pesar de ser cristianos convertidos y salvados siempre hay problemas y tensiones fuertes por causa del pecado, rebeldía y egocentrismo. Sin embargo, la Biblia indica que podríamos gozar de una armonía hermosa dentro de las debilidades humanas en cualquier hogar cristiano. La Palabra nos enseña que nuestros hijos rodearán nuestras mesas si tememos al Señor y seguimos sus caminos. El Salmo 128:3 dice: «Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa» (NTV). El árbol de olivo es hermoso por lo que representa, habla de vida, fruto y suavidad. ¡Qué hermoso es el hogar donde los hijos, con armonía, rodean la mesa!

Cuando nuestros cuatro hijos todavía estaban en casa, cada noche procuramos sentarnos a la mesa para cenar juntos. Qué hermoso es ver a los hijos alrededor de la mesa; es cierto, a veces se peleaban, otras veces guardaban silencio, a veces después de comer se quedaban charlando por largo rato, otras veces se apresuraban y se marchaban de la mesa. Pero allí estaban todos. ¡Qué bendición cuando hay armonía, cuando los hijos rodean la mesa! El siguiente versículo en Salmo 128 dice: «Esa es la bendición del Señor para los que le temen» (Salmo 128:4 NTV).

El Señor es el experto en construcción de una casa: «Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo» (Salmo 127:1 NTV, ver 1 Corintios 3:10).

En la casa que el Señor edifica habrá reposo, descanso y buen sueño. Los hijos son un regalo del Señor (Salmo 127:3-5). Entonces, uno puede tener hijos con un sentido de confianza y seguridad. Además serás feliz y te irá bien, tu mujer será fructífera y atractiva como un árbol frutal y tus hijos rodearán tu mesa. Pero hay una condición, la bendición es para la persona que teme a Dios y sigue sus caminos. ¿Temes tú a Dios? ¿Sigues los caminos de Dios? ¿Has tenido temor de Dios en tus actividades comerciales, en el barrio, en la iglesia? 

Antes de quejarte de tu familia, pregúntate: ¿he caminado con Dios como corresponde? Si has provocado divisiones, no te sorprendas si hay rebelión en tu familia.

Dios nos promete que si le tememos a Él, si seguimos sus caminos y permitimos que Él edifique nuestra casa, disfrutaremos hasta de nuestros nietos, que de por sí son una gran bendición de Dios. Dice el Salmo 128:5-6: «Que el Señor te bendiga continuamente desde Sión; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz!» (NTV).

¡Qué satisfacción más grande! Esa bendición es para los que le tememos y seguimos sus senderos. No tengas duda, cumple con el temor de Dios y la obediencia a Él, y te dará esta bendición. Salmo 133:1 dice: «¡Qué maravilloso y agradable es cuando los hermanos conviven en armonía!» (NTV). Allí envía Dios bendición y vida eterna (Salmo 133:3). ¡Qué hogar feliz es aquel en que los hermanos entre sí se llevan bien!

Recuerda, esto es posible si caminas con Dios. Déjame guiarte si aún no lo haces. He preparado una página web con unos simples pasos para que descubras la promesa de la familia: Visita este link y dime: «Sí, Luis, yo deseo la promesa de una familia feliz»: www.sihayesperanza.org  

Luis Palau

Día 2

Acerca de este Plan

Las promesas de Dios

Las promesas que el Señor Jesús hizo son firmes y verdaderas, pero se cumplirán según el tiempo de Dios. «En el momento preciso te responderé…» (Isaías 49:8). Si esperamos pacientemente el tiempo perfecto de Dios podremos decir con Josué: «Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que Él había dicho se hizo realidad.»

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Nos gustaría agradecer a la Asociación Luis Palau por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.luispalau.net