Ansioso por el dineroMuestra

Arreglar tu mentalidad

La forma en que vemos el dinero y las posesiones es tan importante como la forma en que realmente lo gastamos y utilizamos. Si tememos este aspecto de nuestras vidas, será menos probable que hagamos cambios y tengamos una mejor perspectiva del dinero. Sin embargo, si lo vemos como una oportunidad no sólo para tener un futuro financiero más fuerte, sino también para mirarlo con una visión fresca, el cielo es realmente el límite de cómo Dios quiere usarnos. 

El pasaje al final de Mateo 6:19-34 es posiblemente el más popular en el Nuevo Testamento cuando se trata de dinero y preocupación. Claramente, esto ha sido una lucha desde que Jesús caminó por la tierra, porque Él lo abordó en ese entonces. Hay mucha perspicacia y sabiduría en estos dieciséis versículos, pero vamos a desglosar los puntos claves para que podamos arreglar nuestra mentalidad cuando se trata de la ansiedad financiera. 

La tierra no es el hogar
Hay una razón por la que Jesús nos dice que no "acumulemos tesoros en la tierra". Es porque la tierra, aunque actualmente residamos aquí, no es nuestro destino final. Para el seguidor de Jesús, el tiempo que pasaremos en la tierra no tiene comparación con nuestra eternidad en el cielo. Es por eso que se nos anima a mirar el panorama general al amar a Dios, a los demás y a compartir a Jesús, porque la eternidad es más larga de lo que nuestras mentes finitas pueden comprender. 

Servir a Dios
El dinero y las posesiones son llamativas y divertidas. ¡No es de extrañar que las deseemos! El problema con el dinero es que a menudo nos confundimos con él. Terminamos amándolo cuando deberíamos amar a Dios. El dinero y las posesiones se pueden disfrutar, pero en el momento en que se instalan en nuestro corazón, hemos sustituido a Dios. No podemos servir a ambos. Vamos a amar a Dios de todo corazón y disfrutemos de las bendiciones que nos ha dado, y no al revés.

Aparta la preocupación
Jesús enseñó que la preocupación es inútil. No produce ningún fruto. No hay absolutamente nada que provenga de ella. Preocuparse tendría sentido si fuera productivo. Pero no lo es. Preocuparse por una situación no evita que ocurra. En el momento en que nos sintamos preocupados por el dinero, reconozcámoslo y acudamos directamente a Dios con esa preocupación.

Piensa en los pájaros
Jesús nos dijo que los pájaros en el aire y las flores en el campo tienen provisión. ¡Y sólo son pájaros y flores! ¿Cuánto más se preocupa Él por nosotros? ¡Una cantidad inmensa! Se preocupa por nosotros más que por otras cosas creadas. ¡Él no murió en la cruz por ellos; murió por nosotros! Así que, cuando veas un pájaro, recuerda cuánto te ama Dios.

No hay nada que Dios no sea capaz de hacer. Es poderoso, amoroso y fiel a sus promesas. Renovemos nuestra mentalidad y confiemos en Él en todo momento.