¿Qué está haciendo Dios?Muestra

ESPERANDO

¿Qué esperas que suceda cuando oras? ¿Esperas que Dios responda? ¿Esperas obtener exactamente lo que pediste? O, si eres brutalmente honesto, ¿esperas que no suceda gran cosa? ¿Abordas la oración más como un pozo de los deseos: sería genial si se cumpliera tu deseo, pero sabes que probablemente solo desperdiciaste un centavo? 

Creo que esta es una trampa desafortunada en la que podemos caer cuando se trata de la oración. Si estás pasando por una temporada difícil, o una oración que no salió como esperabas, o tal vez has estado tratando de escuchar a Dios por un tiempo, y Él simplemente no parece responder, a veces puede sacudir nuestras expectativas de lo que Dios podría hacer. Pero Dios siempre está trabajando en nuestras vidas, siempre responde a las oraciones, incluso si no es de la manera o en el momento que nos gustaría. Él está vivo y activo en nuestras vidas. Solo necesitamos replantearnos lo que esperamos que Dios haga.

Si puedo ser realmente transparente contigo, me doy cuenta de que en ocasiones dejo de ver a Dios obrando en mi vida. Siento que Él no me escucha. Parece que todas mis oraciones se responden con un gran “no”, o al menos con un “no ahora mismo”. Me desanimo, pero con el tiempo salgo de ese estado y empiezo a orar: “Dios, muéstrame lo que estás haciendo en mi vida ahora mismo”. Luego me comprometo a escribir todo lo que veo que Dios hace, cada vez que lo noto obrando en mi vida. Al instante, estas listas se llenan. Me encuentro llenando páginas de un diario con muchas cosas pequeñas, y a veces cosas grandes, que veo que Dios hace. 

¿Dios de repente puso en marcha Su actividad porque yo oré? No. Él ha estado trabajando así todo el tiempo. El problema era yo y mis expectativas. O esperaba que Él hiciera exactamente lo que pedí en el momento exacto que yo quería, o dejé que mi fe se tambaleara y honestamente no esperaba que Él hiciera nada. Ambas respuestas son un error. Si esperas que Dios trabaje en tu vida, sin duda lo verás obrar en tu vida. Solo tienes que tener en cuenta que Él es Dios y tú no. Sus acciones pueden no ser lo que hubieras deseado, pero siempre serán para tu mejor interés. 

¡Empieza esta semana! Escribe todo lo que ves que Dios hace o lo que escuchas que te dice. Estoy seguro de que en tan solo unos días escribirás más de lo que jamás imaginaste.