Miedo y AnsiedadMuestra

Miércoles - Dios nunca te dejará

Lectura: Deuteronomio 31:6; Salmo 23:4

Devocional: Deuteronomio 31:6

En el texto

El miedo y la ansiedad pueden nacer de tiempos de soledad. Si creemos que nadie entiende por lo que estamos pasando o nos sentimos que estamos completamente solas en nuestras circunstancias, puede ser fácil caer en un estado de miedo.

Cuando los israelitas estaban a punto de entrar en la tierra prometida, Moisés les recordó que no temieran a los enemigos que encontraran porque el Señor estaría con ellos. Su Dios no los abandonaría ni los desampararía. Dios los había rescatado de la esclavitud en Egipto y los sostendría en el desierto durante cuarenta años. Sin embargo, a pesar de estos milagros, aún enfrentaban dudas y temores sobre si Dios estaría o no con ellos.

David, habiendo sido pastor en el campo y como rey ​​fugitivo, entendía muy bien lo que era la soledad. Y con todo ello, escribió algunas de las palabras más reconfortantes de las Escrituras en los Salmos. Reconoció la presencia de Dios en su vida y comprendió que, sin importar las circunstancias, el Señor sería su consuelo.

Oración

Dios Padre, gracias por Tu presencia. Ayúdame a sentir Tu presencia en mi vida hoy. Que Tu Espíritu me dé consuelo y paz. Ayúdame a ser fuerte y valiente cuando me sienta débil y asustada. Gracias por darme a Tu Hijo como el ejemplo perfecto de obediencia. En el nombre de Jesús, amén.