Adicto A Estar Ocupado: Recuperación Para El Alma AceleradaMuestra

Paz

Las "reglas" a las cuales se referían los fariseos en Marcos 2:27 incluían amplios parámetros que el pueblo hebreo había fijado en generaciones previas.

Lo cual nos trae a la respuesta de Jesús acerca del Sabbat habiendo sido hecho para nosotros, en vez de a la inversa. Su perspectiva, esencialmente, era esta: Puede que Moisés y los profetas hubiesen fijado la agenda del Sabbat, pero yo —Jesús— he venido para establecer su espíritu. Y el espíritu del mismo es uno de paz, no de prohibición.

Una comprensión temprana a la que llegué en mi observancia del día que encabeza la semana, fue que podía ser la persona más programadora, eficiente y obediente del planeta y, sin embargo, si echaba de menos el espíritu del sábado, me estaría perdiendo la gloria que Dios propuso para él.

En este mundo, se nos promete un poco de caos. Para algunos de nosotros, se nos promete mucho. “En este mundo afrontarán aflicciones", dijo Jesús en Juan 16:33, “pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”. Interesantemente, la manera en la que Jesús conquista al mundo no es por actos de guerra, sino por actos de paz penetrante. Es la paz lo que nos trae a Cristo. Es la paz lo que salva nuestras almas. Y es la paz lo que salva a nuestras semanas del peligro, la paz de un día de descanso. Dios sabía que necesitaríamos paz una vez por semana, tal y cual necesitamos nuestra propia cama después de estar de viaje por una semana. Él sabía que necesitaríamos un lugar suave donde aterrizar, una plomada para volver a centrar nuestras almas. Y así, el Sabbat —una invitación, un regalo, una pequeña probadita en la lengua de paz.

En la tradición judía, hay un nombre para esto: “Shabbat shalom” —literalmente, “que tu día de no trabajar sea lleno de paz”. Una persona decía esto a otra como saludo, y la otra persona respondía de igual manera: “Que tu día de no trabajar sea lleno de paz también”.

Porque Dios no es solo el inventor de la paz, sino que también es Paz, otra forma de decirlo es “Que Dios esté en tu descanso, y que estés en el descanso de Dios”. Un día de descanso es un día para conocer la paz, para experimentar y expresar la paz de Dios.

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