Esperanza Viva: Una cuenta atrás para la PascuaMuestra
“¿Por qué me has abandonado?”
Imagina que estás viendo a Jesús colgando de la cruz. La única manera que tenía para respirar era empujándose hacia arriba usando los clavos en Sus muñecas y tobillos.
Mientras el día llega a su fin, reúne las pocas fuerzas que le quedan para levantarse de nuevo y poder gritar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
Si somos honestos con nosotros mismos, todos probablemente hemos tenido momentos en los que hemos preguntado a Dios, “¿Dónde estás Tú aquí? ¿Por qué me has abandonado?”
¿Cómo deberíamos responder cuando nos encontramos a nosotros mismos en situaciones donde nos encontramos solos, tenemos ansiedad o nos sentimos olvidados?
Las palabras que Jesús habló en la cruz fueron cogidas del Salmo 22—un lamento profético escrito por el rey David. De muchas maneras, este Salmo trata de Jesús, pero también nos provee de tres pasos de acción que podemos seguir cuando nos sentimos solos:
1. Sé honesto con Dios sobre como te sientes.
Las relaciones comienzan siento tu real. Así que si te sientes olvidado por Dios, cuéntale eso. Hazle a Dios tus preguntas, y prepara tu corazón para escuchar sus respuestas.
2. Dale gloria a Dios de todas maneras.
Nuestros sentimientos no cambian el hecho de que Dios es merecedor de ser adorado. De hecho, a menudo descubrimos a través de la oración la cura a nuestra preocupación. Cuando nos enfocamos en quien es Dios, nuestra perspectiva eventualmente cambia—incluso si nuestra situación no lo hace.
3. Recuerda a Dios sus promesas.
A través del Salmo 22, David le dice David básicamente le dice a Dios, “Sé quién eres. Y dado que siempre eres fiel al carácter, líbrame como liberaste a tu pueblo antes que a mí.” Recordarle a Dios sus promesas no es solo un acto de fe, sino que también nos ayuda a recordar la fidelidad del carácter de Dios.
En última instancia, la fidelidad de Dios se personificó cuando Jesús fue crucificado. Jesús sufrió voluntariamente solo en la cruz para que pudiéramos experimentar el compañerismo eterno con Dios. Jesús es el cumplimiento profético del Salmo 22. Y, porque soportó la separación de Dios, nosotros nunca tendremos que hacerlo.
Tómate un momento para reflexionar sobre el máximo sacrificio de Jesús por ti.
Ora: Jesús, gracias por rescatarme de la eterna separación de ti. Es porque voluntariamente soportaste la separación de tu Padre yo nunca tendré que hacerlo. Hoy, ayúdame a hacer una pausa y reflexionar sobre la magnitud de tu sacrificio, y para darte la gloria que mereces. No importa lo que esté sintiendo, Tú siempre eres merecedor de mí oración. Así que hoy, elijo adorarte a Tí. En el nombre de Jesús, Amén.
Acerca de este Plan
Cuando la oscuridad te rodea, ¿cómo deberías responder? Durante los próximos 3 días, sumérgete en la historia de la Pascua y descubre como aferrarse a la esperanza cuando te sientes abandonado, solo o indigno.
More