Sobreviviendo al dolor: devocionales para padres en dueloMuestra
Perder a un hijo conlleva un tipo de dolor único. Realmente no hay nada como eso. El tiempo, verdaderamente, no sanará esta herida. Sin embargo, puedes elegir hacer algo a respecto de ese dolor. No tuviste una opción cuando perdiste a tu precioso hijo o hija, pero ahora sí la tienes.
Recuerdo haber estado en esa misma encrucijada. Tenía dos opciones tentadoras. Una, podía alejarme de Dios e ir por el camino de la ira y la amargura. Tenía suficiente dolor e ira para hacerlo. Mi hijo murió de un simple caso de faringitis estreptocócica en los Estados Unidos de América en 2008. ¿Cómo podía ser? La ira parecía ser apropiada para lo que había destrozado nuestra familia.
O, podía acercarme a Dios y empezar el largo e irregular camino del duelo junto al único Dios que me prometía muchas cosas. Esas promesas estaban amorosamente extendidas y aseguradas a través de los tiempos en nuestra Biblia. Las páginas me susurraban anhelos de paz y gozo. ¿Cómo podía ser eso? La paz y el gozo parecían totalmente fuera de mi alcance, pero estaban en blanco y negro.
Elegí el camino de Dios. Elegí el camino de la cura. Probablemente este camino sea mucho más difícil que el otro. El camino de la paz y el gozo está más lejos de tu alcance que de la poderosa mano de Dios. La ira y la amargura eran familiares, y más fáciles. Me sentía absolutamente en control de dónde y cuándo podía echarlas fuera. El camino hacia Dios está en nuestras rodillas, en nuestra cara, en nuestro propio final. En nuestra completa y absoluta entrega al Creador es donde empieza ese camino.
Poner la vida de tu hijo, el resto de tus hijos vivos, tu cónyuge y a ti misma a los pies del Dios Todopoderoso es la manera de reducir el dolor en tu alma. Después de llorar a Su lado por un tiempo, abre tu Biblia y pídele al Espíritu Santo que te revele las promesas que pondrán un bálsamo sanador en tu corazón destrozado y sangrante. Pide al Padre que te envíe la medida completa de su Espíritu Santo para que provea la paz prometida, la paz de Dios, más allá de lo que puedas imaginar ahora que tu hijo se ha ido.
Hoy verás mi lista de mis "10 promesas favoritas" en las Escrituras para que derramen algo de paz sobre ti y que guarden tu corazón y mente en Jesucristo. Lee sólo lo que puedas. ¡Tal vez copia alguna de ellas en una nota y ponla en tu bolsillo para cuando esos momentos de derrumbe repentino te sobrevengan!
Acerca de este Plan
Cuando el hijo de Kim de tres años falleció, encontró varios recursos sobre el duelo. Pero dice que lo que necesitaba realmente, «era alguien que me aconsejase sobre cómo vivir, no solo para el duelo.» En este devocional de 5 días, Kim compartirá una cruda vulnerabilidad, un pozo profundo de sabiduría, y el conocimiento de alguien que ha estado ahí a medida que encamina a los padres en duelo hacia el proceso de la vida después de la muerte y el sobrevivir el dolor de la pérdida.
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