Agradando a JesúsMuestra

La presencia es poderosa. Sin embargo, ¿por qué nos conformamos con menos?

Si quieres mejorar la calidad de tus relaciones, enfócate en una persona a la vez. Si quieres ver la presencia del Espíritu de Dios en los que te rodean, detén la multitarea las 24 horas del día. Si quieres mostrar a otros el amor de Cristo, entonces hazte presente.

Reúnete realmente con las personas. Está físicamente presente con los otros. No digitalmente, no virtualmente. No sólo en la misma sala de chat. Hazte el tiempo para amar a las personas cara a cara, no sólo de teclado a teclado. Si realmente quieres ir por más, no establezcas un limite de tiempo para compartir o para discutir algo. En otras palabras, comprométete con alguien, dale toda tu atención.

Cuando alguien que queremos está sufriendo o necesita apoyo, muchos dirían que sería lindo mandarle un mensaje: "¡Hola! Estaba pensando en ti" o "¡Estaba orando por ti! Déjame saber si puedo ayudarte".

Pero podemos hacerlo aún mejor. Si realmente somos seguidores de Jesús, y queremos que los demás nos conozcan por cuánto amamos a otros, pensemos en algo más que podamos hacer. ¿Te acuerdas de ese dispositivo que usas para mensajear? Puede ser un poco difícil de recordar, pero ¿qué otra cosa puedes hacer con ese dispositivo? Oh, ¡es cierto! También puedes hablar por esa cosa, es bastante difícil, pero tal vez podrías considerar, buscar entre tus contactos, encontrar a esa persona, seleccionar su número, y llamarla. Pero entonces, ¿Qué podrías decir? ¡Es muy incómodo! Recomiendo empezar así: "Hola! ¿Cómo has estado?”.

Si realmente quieres ir por más, entonces siéntate con la persona, cara a cara. Podría ser para el almuerzo, o para tomar un café, aunque no tiene que ser así. Solo hazle algunas preguntas, escúchalo, y si es apropiado, tal vez puedes orar por ella o darle un abrazo. Muéstrale respeto prestándole atención absoluta. Muéstrale lo mucho que te importa.

Tu presencia es poderosa.