Agradando a JesúsMuestra
Siendo honestos, sabemos que aunque es fácil estar conectados gracias a la tecnología, no es lo mismo que estar juntos y compartir los eventos importantes.
Una cosa es mirar la fiesta del primer cumpleaños de un niño por videollamada, y otra muy diferente es degustar la torta, abrazar al pequeño y sentir el soplido al apagar las velas, o escuchar su risa al estar cerca. Aunque los proveedores de tecnología y las compañías que venden dispositivos nos quieran hacer creer que podemos estar conectados donde quiera que estemos, no es lo mismo que estar presentes.
El impacto de la tecnología en nuestra capacidad para relacionarnos, comunicarnos y conectarnos ha tenido algunas consecuencias negativas. Si queremos ser buenos administradores de las magníficas funciones que la tecnología nos ofrece, debemos explorarlas con mucho cuidado.
Es innegable que podemos conectarnos con otros en muchas maneras, pero, si invertimos demasiado en las redes sociales, y especialmente, con motivo egoístas, podría en realidad herir nuestras relaciones, incluso arrebatarnos lo que Dios más valora. Todo depende de cómo elegimos usar la tecnología. En nuestra iglesia, hemos visto los frutos de ministrar a través de las redes sociales y otros medios de tecnología, incluso me arriesgo a decir que está bien que nos guste, pero tenemos que manejarlo.
Debemos asegurarnos que la tecnología está potenciando nuestras relaciones, no sustituyéndolas. Necesitamos procurar que nuestra habilidad para comunicar no nos impida hablar más cuando en realidad decimos menos. Debemos enfocarnos en amar a otras personas más que enfocarnos en agradarlos.
En lugar de comentar en la ultima foto publicada de uno de tus seres queridos en Pinterest, escríbele una nota o postal, ya sabes, a mano, y hazle saber cuánto lo aprecias. Tal vez, puedes llamar en vez de mandarle un mensaje de texto. Quizás puedes ir a su casa para una visita rápida, en lugar de llamarle. En lugar de confiar en la tecnología como el vehículo de tus relaciones, comprométete a un nivel más profundo.
Deja que otros vean tu amor, con tu presencia, no con el alcance de tu wifi.
Acerca de este Plan
Una persona normal gasta 7.4 horas al día mirando pantallas. Amamos los increíbles beneficios de la tecnología, pero muchos de nosotros sospechamos que hay consecuencias negativas al usarla. Si sientes que tu dependencia digital está comenzando a ser inmanejable, este devocional de 7 días te ayudará a recuperar una vida centrada en Cristo. Basado en el libro Agradando a Jesús: Siguiendo a Jesús en un mundo egocentrista, del autor más vendido y pastor de Life.Church, Craig Groeschel.
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