Recordatorios para la vidaMuestra

Reconoce tu influencia

Hay alrededor de 7.7 billones de personas en el mundo. Eso es mucho y un poco abrumador. ¿Cómo podemos realmente hacer la diferencia? ¿Importa lo que estamos haciendo?

Todos tenemos un propósito y vocación únicos, pero a veces encontrar tu lugar en el mundo puede ser difícil. A veces podemos sentirnos prescindibles o no esenciales. O podemos sentirnos invisibles y no apreciados. O creemos que lo que estamos haciendo es tan pequeño que no importa.

¿Sabes qué te diría la criada de la esposa de Naamán? Tu voz importa .

En 2 Reyes 5, nos encontramos con una niña israelita que fue capturada. No sabemos su nombre ni toda su historia. Realmente sólo escuchamos sobre ella por dos versículos. Pero en esos dos versículos, ella logró cambiar la vida de alguien.

Cuando fue capturada, la niña israelita se convirtió en la sirvienta de la esposa de Naamán. Naamán era un líder del ejército sirio que tenía lepra. Después de un tiempo, la niña le dijo a la esposa de Naamán que podría curarse de su lepra si fuera a un profeta en Samaria (2 Reyes 5: 1-3).

Debido a su sugerencia , Naamán viajó con algunos hombres y conoció a Eliseo, el profeta, y fue sanado. Pero este no fue el único cambio en su vida. Una vez que fue sanado, Naamán proclamó que "el Dios de Israel es el único Dios en todo el mundo" y declaró que sólo haría sacrificios al Dios de Israel (2 Reyes 5: 4-19).

Un consejo. Una sugerencia Una invitación. Una sonrisa. Un texto. Un minuto puede cambiar la historia, la vida de una persona y, lo que es más importante, su eternidad. Entonces, cuando te sientas impulsado por el Espíritu Santo a decir algo o hacer algo, ¡hazlo!

Tu posición no determina tu poder o tu influencia. La niña israelita no se nombra y sólo aparece en dos versículos en toda la Biblia. Pero ella conocía su poder y su influencia.

A veces podemos quedar atrapados en tener nuestro nombre sobre algo o con los 7.700 millones de personas en el mundo que quieren hacer algo milagroso. Pero no se trata de ser conocido; se trata de dar a conocer a Jesús.

La chica israelita probablemente pudo ver a Naamán cuando él regresó a casa y pudo haber llegado a ver que su pequeña sugerencia tuvo un impacto poderoso. Pero es posible que nunca tengamos el impacto que hemos tenido de este lado del cielo. Y eso está bien. Plantamos las semillas y tenemos que dejarlo en manos de Dios para que produzca una cosecha.

Entonces, ¿qué necesitas hacer hoy?

Ora: Dios, gracias por darme un propósito. Gracias por trabajar por mi bien y el bien de los demás. Ayúdame a escuchar Tu voz con claridad. Señor, por favor ayúdame y guíame para hacer una cosa profunda y pequeña hoy, que impacte a alguien más. Amén.