Espíritu Santo para todos los díasMuestra

Día 1: Darle la Bienvenida al Espíritu Santo

El Espíritu Santo es aquel que nos guía, nos da ánimo, que nos alienta y da fuerzas cuando no las tenemos. Él es nuestro consuelo.

Pero, ¿por qué convenía que Jesús se fuera y que el Espíritu Santo viniera?

Si Jesús estaba en Jerusalén no podía estar en Capernaúm; si estaba en Capernaúm no podía estar en Nazaret. Él no podía estar en todas partes a la vez, pero el Espíritu Santo puede hacer lo que hacía Jesús y además está en todas partes a la vez. No importa el país donde estés o la ciudad en la que vivas, el Espíritu Santo siempre va a estar a tu lado. Antes de que lleguen los problemas, el Espíritu Santo ya está a tu lado. 

Es necesario demostrarle al Espíritu Santo nuestra alegría de que esté con nosotros siempre. Te invito a que todos los días al comenzar la mañana le digas: «Bienvenido, Espíritu Santo». Eso determinará tu relación con Él… cuanto más sitio tenga en tu corazón y en tu vida, más cómodo estará para quedarse a vivir.

Existe una diferencia entre visitación y habitación. La visitación es un toque del Espíritu Santo, cuando Dios nos sana, nos libera, nos trae paz. Sin embargo, que Dios haga una habitación en nuestro corazón significa que se quede a vivir. Hagamos que el Espíritu Santo se sienta tan cómodo que quiera habitar en nuestro corazón.