El rencorMuestra
Perdónate a ti mismo
¿Qué haces cuando el rencor no es contra nadie sino contra ti? Cuando tu crítica interna toma control de tus pensamientos gritando cosas como: ¿Cómo pudiste haber hecho eso? Qué vergüenza. Eres imperdonable.
Cuando sientes que no te puedes perdonar a ti mismo, estás en una batalla que no te puedes dar el lujo de perder, porque esta es la dura verdad: perdonar a otros no es posible sin primero perdonarte a ti mismo. No hay tiempo de huir de este campo de batalla interno. Es tiempo de tomar la armadura de Dios y tomar control de la guerra en nuestras mentes.
Sé que se siente abrumador, insuperable incluso, pero podemos pelear esta guerra mientras sepamos que no peleamos solos.
Cuando el peso de lo que hemos hecho es demasiado, este es nuestro grito de batalla:
"Y aunque la conciencia nos acuse, Dios es más grande que nuestro corazón y él sabe todas las cosas. Pero, amados míos, si nuestro corazón no nos acusa, podemos estar confiados ante Dios" 1 Juan 3:20-21 NBV.
¿Poderosa munición, verdad? Otra traducción de ese versículo dice que Dios es más grande que nuestros sentimientos. Nuestras mentes pueden hacernos sentir imperdonables, pero nuestro Padre (quien creó cada parte de nosotros) dice que tenemos libertad.
El enemigo trata de convencernos de que estamos condenados y nos mantiene enfocados en nuestros errores para que nos escondamos de Dios. Es un truco sucio porque sabe que todo lo que tiene que hacer es desconectarnos de nuestro Salvador.
Nos escondemos y nos sentamos en nuestra propia oscuridad, seguros de que "hemos hecho nuestra cama ahora debemos acostarnos en ella". Cuando salimos de la condenación hacia la redención de Dios, tenemos la plena libertad de hablar con Dios que perdona nuestros pecados, endereza nuestras fallas y nos ama a pesar de nuestros errores.
No tenemos que vivir en las mentiras del enemigo. A través de Cristo, tenemos poder de llevar nuestros pensamientos cautivos y encontrar perdón verdadero.
Estas son herramientas para cuando tu propio rencor es muy pesado de llevar:
1. Reconoce tus sentimientos. Sentirte culpable es bueno cuando te lleva a Dios. Todos cometemos errores. Es natural (y saludable) sentir remordimiento. Así que cuando metiste la pata, reconoce el error y presta atención a los sentimientos que vienen con eso. Asume la responsabilidad. Procésalo y ora sobre eso, pero no dejes que se agrave.
2. Pide perdón a Dios y confiesa a otros para sanidad. Dile a Dios tu error, pídele perdón y ora para que te ayude a evitar ese error en el futuro. Luego confiesa a otros. El pecado crece muy bien en las tinieblas, así que tráelo a la luz de Cristo y de otros.
3. Acciona. A veces sí hay algo que puedes hacer para enmendar tu error. Si ese es el caso, hazlo. Si heriste a alguien a quien amas, ten esa conversación difícil y repara la relación. Asume las consecuencias naturales de tu acción mientras también recibes la compasión sobrenatural de Dios.
4. Busca ayuda. Si sigues luchando para recibir completamente la gracia de Dios para perdonarte a ti mismo, puede ser hora de buscar ayuda profesional. A veces hay problemas de fondo que hieren que pueden necesitar ser traídos a la superficie. Un consejero o un terapeuta te pueden ayudar a revelarlos y darte aún más herramientas para experimentar completamente la libertad a través del perdón.
Si estás albergando falta de perdón hacia ti mismo, no estás solo. Todos nosotros hemos cometido errores, aun así Dios escogió pagar nuestra deuda porque nos ama y quiere tener una relación con nosotros. Así que no permitas al enemigo te mantenga escondido, ve a Dios y recibe Su amor ilimitado que lo conquista todo.
—Allí, saliendo de la oscuridad
Oración: Dios, ayúdame a recibir Tu perdón y a perdonarme a mí mismo. Muéstrame cómo experimentar completamente Tu misericordia y gracia. Rodéame de gente correcta que me apuntará siempre hacia Ti y me mostrará los siguientes pasos para asumir el perdón, no sólo para mí sino también para aquellos a mi alrededor. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
Te pesa. Mantiene a la gente fuera. Es pesado y doloroso, es el rencor. Es posible que muchos de nosotros no nos demos cuenta, pero estamos cargando rencores que necesitan salir de la oscuridad hacia la luz. Aprenda cómo puede encontrar la libertad a través del perdón en este Plan Bíblico de 7 días que acompaña a la serie de mensajes del Pastor Craig Groeschel, The Grudge.
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