31 días de reajuste matrimonialMuestra

No es tu trabajo arreglar tu matrimonio. Es tu trabajo amar a tu cónyuge incluso cuando tu matrimonio parece estar arruinado.

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Sería tan fácil, cuando las cosas se ponen difíciles, poner el teléfono en silencio, subirse al coche y partir. La razón por la que nunca recomendaríamos eso es porque eso le da a Satanás espacio para poner a tu cónyuge en un estado de tormento. Sin embargo, a veces es muy importante, cuando las cosas se ponen difíciles, aislarse. Para preguntarle a tu cónyuge si puede tomar un descanso de diez minutos para estar a solas con Jesús. Jesús nos muestra cuán importante es eso muchas veces en la Biblia. Se alejó para orar. Se escapó para tener tiempo a solas con Dios y darle espacio a Dios para hablar. Cuando haya momentos, días e incluso temporadas rotas en tu matrimonio, pon tu atención en Dios y no en arreglar tu matrimonio. La clave para un matrimonio roto no es que se arregle tu matrimonio, sino que se arreglen vuestros pensamientos. Aférrate a las promesas de Dios en medio de la confusión y lo que puede parecer un caos y dale espacio a Dios para que te forme y te moldee a través de él. Tal vez, el verdadero proyecto en el que Dios está trabajando no sea tu matrimonio, sino en ti.