31 días de reajuste matrimonialMuestra

Si algo he aprendido acerca de llevarme bien con mi cónyuge, es que Jesús me trata de la forma en que mi cónyuge quiere que yo lo trate. 

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Tu cónyuge no es perfecto y es muy importante que te des cuenta de que tú tampoco lo eres. Es tan fácil olvidar todas las veces que nos equivocamos, cuando nuestro cónyuge se equivoca una vez. Por eso es tan importante recordar el valor de tu matrimonio por encima de la frustración de un momento. Tómate un minuto para recordar la forma en que Jesús te trata cuando te equivocas. Él no entra en pánico, ni se asusta ni grita, Él te señala la Cruz y te recuerda que todavía te ama. Es vital para nuestros matrimonios perdonar, recordar cuánto hemos sido perdonados y aferrarnos con fuerza al ejemplo de Jesús cuando se trata de la forma en que tratamos a nuestro cónyuge. Pídele a Dios guía y gracia cuando se trata de amar a tu cónyuge de la manera en que estás llamado. ¡Él está dispuesto y es capaz de ayudarte en cada paso del camino!