31 días de reajuste matrimonialMuestra

Cuando lastimas a tu cónyuge, también lastimas a Cristo.

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Piensa en alguien a quien ames incondicionalmente. ¿Cómo te sentirías si alguien fuera grosero o duro con ellos? No feliz, ¿verdad? Probablemente te haría daño a ti también, ¿eh? ¿Sabes que eso es exactamente lo que Dios siente por tu cónyuge? Ese es Su hijo con el que estás tratando, y a Él le duele cuando lo lastiman o lo tratan mal. Esa es una gran forma de responsabilidad en nuestro matrimonio, personalmente. Amo tanto a Dios que me mueve a amar y respetar a mi cónyuge  cuando es una elección que tengo que hacer y no una reacción natural. Si la forma en que amas a Dios no cambia la forma en que amas a tu cónyuge, entonces me pregunto cuánto amas a cualquiera de ellos. Pídele a Dios que te ayude a reflejar amor a tu cónyuge en reverencia a tu amor por Él.