Serie de Lucas: El momento es ahoraMuestra

Un corazón sumiso

Al enseñar Jesús un día en el templo, las autoridades religiosas lo acosaron con pregunta tras pregunta en un esfuerzo por hallarlo culpable, por desacreditar Su mensaje y principalmente por destruirlo. Jesús no tenía problema con las preguntas de estos hombres arrogantes. En sus respuestas, a menudo los dejaba desconcertados y sin palabras. 

Jesús no tiene problema con las preguntas, tuyas o mías. Pero, Su tono al respondernos, cuando le hacemos preguntas como seguidores con corazones sumisos, es ampliamente diferente del que usó con los líderes en el templo. A Dios le satisface cuando nos acercamos con un corazón rendido. Las Escrituras dicen: “Ama al Señor con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente” (Lucas10:27). La palabra clave es "todo". 

Es claro que Dios nos dio la mente al igual que el corazón y el alma. Él quiere que lo amemos con todo nuestro ser. Todo nuestro ser debe ser rendido a Él en amor. Así que si tienes preguntas, no temas preguntarle sobre lo que está perturbando tu corazón y tu mente. 

Ahora mismo podrías estar en un punto en que no sabes qué hacer en tu vida, qué curso de acción debes tomar al enfrentar una gran decisión o no sabes qué hacer con lo que Dios ha puesto en tus manos. ¡Pregúntale al Padre! Él puede encargarse de tus preguntas. Y al acercarte a Dios, anda con un corazón sumiso. ¿Cuáles son tus necesidades? Inclínate ante Dios a manera de decirle: "Padre, me someto a todo lo que deseas para mi vida".

Reflexiona

Considera tus oraciones de la semana pasada. ¿Pensaste alguna vez que la condición de tu corazón es más importante que la forma en que formulas tu pedido?

Ora

Señor, ayúdame a rendir mi corazón al acercarme a ti en oración. 

Responde

Si te cuesta ser sumiso, recuérdate a ti mismo que Jesús se sometió voluntariamente a Dios Padre. 

Padre, me someto a mí mismo ante ti y a lo que dispongas para mi vida.