El sueño de Dios para tu vidaMuestra

Ora: Dios ¡ayúdame a aferrarme a ti y no renunciar!

Cuando atraviesas retrasos en tu vida, no te desanimes. No pierdas la esperanza. ¡No renuncies!

Los israelitas lo hicieron y eso los mantuvo fuera de la Tierra Prometida. Números 14:2-4 dice "Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto" (RVR1960). Renunciaron a su sueño. Habían sido rescatados después de 400 años de esclavitud, pero luego querían volver porque hubo un retraso.

Como los israelitas, algunos desearían volver a la esclavitud en lugar de enfrentar el temor de la libertad. No están dispuestos a esforzarte y trabajar en el problema hasta que logren solucionarlo. Quieren renunciar. Se conforman con una vida mediocre.

No te conformes con menos que lo mejor de Dios para tu vida. Si eso significa pasar por el túnel del conflicto, pasa por el túnel. En medio del túnel, habrá obscuridad y querrás darte la vuelta y volver a la luz, pero si sigues saldrás a la luz al otro lado del túnel.

En lugar de desanimarte, persiste y ora.

Gálatas 6:9 dice "No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos."

Esta es la ley de la cosecha: Siempre habrá una espera entre sembrar y cosechar. Plantas en una temporada y cosechas en otra. Dios quiere ver si vas a continuar cultivando, plantando y cosechando. Si ve consistencia en tu vida, la cosecha vendrá. No vendrá inmediatamente, porque no prueba nada si es inmediato — no se desarrolla tu carácter ni se fortalece tu fe.

Jesús dijo en Lucas 18:1, “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar” (RVR1960).

Esas son las dos opciones que tienes en la vida: Orar contínuamente o desanimarte. Siempre harás una o la otra. Si oras contínuamente, no te desanimarás. Si no oras contínuamente, te desanimarás. Perderás la esperanza por los problemas que enfrentas en tu vida — sin importar si es en el trabajo, la escuela o la familia. ¡Necesitas seguir orando!

¿Qué oras durante las fases de espera en tu vida? Ora "Ayúdame a aferrarme a Ti y a no renunciar". Dios te escuchará y te ayudará. No estás solo, así que no te desanimes, aunque haya retrasos.

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