Él Nos Dio Profetas: "La Labor de un Profeta"Muestra
Profetas Durante el Período Exílico y Post-Exílico: 2 Reyes 17:7-23
¿Qué le pasó a la profecía durante el exilio? Bien, en el 722 AC., Samaria, la capital del norte de Israel, cayó ante los Asirios. Y en el 586 AC., Jerusalén cayó ante los Babilonios. Un gran número del pueblo de Dios fue tomado de sus tierras y fueron exiliados a otras naciones. Durante este tiempo, dos rasgos caracterizaron los ministerios de los profetas. Primero, hubo una disminución numérica de profetas. No hubo muchos profetas que fueran lo suficientemente prominentes para tener sus profecías registradas en la Biblia. Daniel y Ezequiel, por ejemplo, son los mejores conocidos de los pocos que había durante este tiempo.
Claro, junto al exilio estaba la disolución del reinado de Israel, y por esta razón, el servicio de los profetas a Dios llegó a ser más y más diverso e informal otra vez. En su mayoría, los verdaderos profetas de Dios pasaban su tiempo explicando el exilio e instruyendo al pueblo de Dios acerca de la posibilidad de regresar a la tierra. Así que podemos ver que durante el exilio había menos profetas, y se preocupaban mucho menos de los reyes de Israel.
Después del período del exilio, llegamos a esas escasas generaciones que vieron la actividad profética en el período post-exílico. El primer líder del período post-exílico, Zorobabel, comenzó a revivir a la nación. El potencial para una monarquía re-instituida resucitó. Como resultado, dos cosas le pasó a la profecía. El número de profetas permaneció relativamente igual, pero hubo alguna actividad muy importante que se llevó a cabo entre los profetas. Hageo, Zacarías, y Malaquías son los profetas importantes que conocemos de este período. Los profetas nuevamente comenzaron a regresar ligeramente hacia un rol más formal. Zorobabel se convirtió en el gobernador de Judá, y las esperanzas fueron puestas en él como el próximo monarca.
Como resultado, Hageo y Zacarías animaron a los funcionarios de Israel para reconstruir el Templo. Malaquías reprendió a los oficiales y al pueblo de la comunidad restaurada por continuar rebelándose en contra de Dios. Durante todo el período post-exílico los profetas continuaron vigilando a los líderes y a la población en general, así como animándolos a ser fieles a Dios.
Así fue que la profecía se volvió algo prominente, y más o menos formal, en tanto que la institución de la monarquía se levantó y cayó. Cuando exploramos las palabras de algunos profetas en particular, siempre debemos tener en mente en qué período estamos, ya sea en el pre-monarquíco, monárquico, exílico, o post-exílico. Estas transiciones en la labor de los profetas nos darán una orientación para entender sus palabras.
Escritura
Acerca de este Plan
Este plan de lectura explora los títulos de los puestos, las transiciones y las expectativas de un profeta.
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Nos gustaría agradecer a Third Millennium Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/ |