Plan de lectura de 3 días: Vive, ama, hazMuestra
Una de mis películas favoritas de todos los tiempos es Hook. ¿La has visto? Es la historia de Peter Pan, pero a diferencia de la versión animada, tiene personas de la vida real haciendo el papel de los personajes. En esta versión de la historia, Peter creció y se convirtió en un abogado aburrido llamado Peter Banning. Cuando sus hijos fueron capturados por el pirata Capitán Hook, Peter Banning tuvo que regresar a la tierra de Nunca Jamás para rescatarlos. El problema al inicio de la película es que Peter olvidó quién era. Olvidó que era Peter Pan. Todos nos olvidamos de quién somos algunas veces.
Toda la película es excelente, pero mi parte favorita es cuando Peter Banning cena con los niños perdidos en su primera noche de regreso en la tierra de Nunca Jamás. Se sienta a la mesa, huele comida deliciosa, y está listo para comerla. Cuando los niños perdidos retiran las tapas de los platos, Peter está confundido —¡no hay nada allí! Mira a su alrededor y ve a los niños perdidos comiendo lo que parece ser comida invisible, y él está confundido sobre porqué él no puede ver la comida.
El problema era este: Peter solo estaba viendo a los niños perdidos comer. Peter necesitaba participar antes de que él pudiese ver la comida. Para poder creer de la manera que lo hacían los niños perdidos, tenía que hacer lo que ellos hacían.
Creo que la fe puede ser de esa misma manera. Para poder creer, no podemos solo aprender cosas sobre Jesús. Necesitamos hacer cosas con Él. Necesitamos llegar a la parte de hacer. Me he reunido con el mismo grupo de hombres todos los viernes en la mañana desde hace más de diez años. Cuando estamos juntos, ciertamente aprendemos cosas de Jesús, pero no estamos ahí para estudiarlo a Él. Estudiar es bueno, pero por sí mismo es justo como Peter Banning sentado en la mesa y no comiendo nada. Nuestra fe se torna real cuando hacemos lo que creemos.
En vez de un estudio de la Biblia, mis amigos y yo nos reunimos cada viernes por la mañana para tener un estudio de hacer la Biblia. Leemos las cosas que Jesús enseñó, y luego salimos y lo ponemos en práctica en nuestra vida diaria. Intentamos hacer las cosas grandes de las que Jesús habló y las pequeñas también. Cada vez que hacemos las cosas de las que Jesús habló en vez de solo hablar de ellas, algo cambia en nosotros. Es como si pudiéramos ver la comida en la cena de los niños perdidos. Jesús ha preparado ese tipo de fiesta en frente de nosotros y espera que seamos parte de ella.
Una de las cosas que hacemos en nuestro estudio de hacer la Biblia es pensar en maneras en las que podamos entender mejor nuestra fe al hacer algo. Te daré un ejemplo. Muchas veces, la posición de nuestros cuerpos puede afectar la posición de nuestros corazones y mentes. Intenta esto: mantén tus manos en puños muy apretados frente a ti. ¿No podrías enfadarte mucho con alguien si tuvieras los puños cerrados? Ahora prueba a tener las manos con las palmas hacia arriba, con los dedos estirados delante de ti. Es más difícil enfadarse, ¿verdad? He experimentado la fe de la misma manera. Cuando pongo la fe en acción con mi cuerpo, mi corazón y mi mente me siguen.
No creo que Jesús solo quiera que estemos de acuerdo con Él. Creo que Él quiere que tomemos lo que le enseñó a sus amigos y lo convirtamos en acción. Cuando realmente hacemos las cosas que Jesús dijo —darle comida a las personas que están con hambre, siendo generosos con nuestro tiempo y dinero, o siendo amable con las personas que son groseras con nosotros—nuestros corazones seguirán nuestras acciones, y ¡nuestra fe se convertirá en algo real!
Escritura
Acerca de este Plan
Plan de lectura de 3 días de Bob Goff y Lindsey Goff Viducich: Aprende cómo funciona el amor y cómo ello ayudará a tu hijo a aprender a vivir en gracia y caminar en amor. Desde aprender a apropiarse de sus errores (y aprender a perdonar a los demás), hasta poner su fe en acción pasando tiempo con Jesús y actuando más como Él, los niños van sintiéndose empoderados para hacer una diferencia tangible en el mundo.
More