Administrar el tiempo según DiosMuestra

Amarte a ti mismo con tu tiempo

Para tener la capacidad de amar adecuadamente a otros, debemos tomar el tiempo para amarnos a nosotros mismos. Eso no solo requiere cuidado personal físico, sino también cuidado personal espiritual, emocional y mental. Cuando nos honramos con nuestro tiempo, tenemos una mayor capacidad de mostrar el Fruto del Espíritu en nuestra vida. Cuando no nos amamos a nosotros mismos con nuestro tiempo, exhibir el Fruto del Espíritu se siente más bien como una lucha.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23 RVR60).

Un buen cuidado personal no debe requerir cambios drásticos. Puede implicar adquirir algunos hábitos simples y luego mantenerte en sintonía con tus necesidades.

Por ejemplo, para el autocuidado espiritual, puedes comprometerte a leer la Biblia y orar todos los días. Yo prefiero hacer mi devocional a primera hora de la mañana, pero es posible que tu encuentres otro momento que funcione mejor para ti. Luego manténte atento si necesitas algún momento adicional con Dios. Por ejemplo, cuando estoy pasando por situaciones complejas, a veces tomo más tiempo para escribir un diario.

Para el autocuidado físico, dormir, comer y hacer ejercicio son algunos de los principales pilares del bienestar. Tener una hora constante para acostarte, comer alimentos que te hagan sentir saludable y tomarte un tiempo para actividades físicas puede marcar una gran diferencia en tu bienestar. Para comenzar, intenta algo simple como configurar una alarma diaria en tu teléfono para "prepararte a ir a la cama". Luego intenta relajarte en ese momento para dormir lo suficiente.

Para el autocuidado emocional, necesitamos tomar el tiempo de concientizar las cargas emocionales que tenemos para poder entregarlas a Dios regularmente.

“Confiadle todas vuestras preocupaciones, ya que él se preocupa de vosotros” (1 Pedro 5:7 BLP).

Para mí, gran parte de esta liberación emocional ocurre durante mi tiempo de oración matutina. Pero a veces, tengo más cosas en las que trabajar y necesito pasar más tiempo orando durante el día o hablando con un amigo.

Finalmente, para nuestro autocuidado mental, necesitamos ser conscientes de lo que permitimos entrar en nuestra mente y que permitimos que permanezca allí.

Cómo explica Romanos 12:2 (NVI) no podemos tener un enfoque pasivo cuando se trata de nuestros pensamientos: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”

Eso significa que debemos rehusar aceptar las mentiras y los mensajes negativos del mundo y enfocarnos en lo que Dios dice que somos en Cristo. Si algún pensamiento viene a tu mente haciéndote sentir que eres indigno, no aceptado, no amado o insuficiente, ¡necesitas contraatacar con la verdad en la Palabra de que eres verdadera y completamente amado!

“¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!" (1 Juan 3:1a NVI).

Dios te ama y quiere que te ames a ti mismo.

Si disfrutaste este plan de lectura, te encantará Gestión divina del tiempo: el gozo de confiar en los amorosos planes de Dios para ti.

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