Administrar el tiempo según DiosMuestra

Amar a Dios con tu tiempo

Dios es un buen padre y nos da pautas claras en el regalo de la Biblia. Pero Él no quiere simplemente darnos una guía para la vida, castigarnos si nos equivocamos y luego vernos cuando lleguemos al cielo. Dios tiene un profundo deseo de estar en el viaje con nosotros en cada paso del camino. Es por eso que uno de los usos más altos de nuestro tiempo es amar a Dios.

Como dice Mateo 22:37-38 (NVI): “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” —respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos.”

Entonces, ¿cómo es exactamente amar a Dios con nuestro tiempo? Hay muchas maneras. Pero aquí hay algunas claves: Adoración, Palabra y Oración.

Cuando tomamos tiempo para adorar ya sea en un ambiente colectivo, como yendo a la iglesia, o solos, como escuchando música de alabanza mientras caminamos por el bosque, estamos recordándonos quién es Dios y quiénes somos nosotros en relación con Él. Recordamos Su gran poder y bondad y recordamos cuánto nos ama. Este cultivo de respeto y amor bendice tanto nuestros corazones como el corazón de Dios.

Como dice el Salmo 27:4 (NVI): “Una sola cosa pido al SEÑOR y es lo único que persigo: habitar en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR y buscar orientación en su Templo".

También podemos mostrar nuestro amor por Dios dedicando tiempo a la Palabra. Cuando leemos la Biblia, obtenemos una comprensión más profunda de quién es Dios y también de lo que quiere de nosotros. Es importante que sepamos lo que Dios quiere de nosotros porque parte de cómo le mostramos nuestro amor a Dios con nuestro tiempo es obedeciéndole.

Como dice 1 Juan 5:2-3 (NVI): “Así, cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, sabemos que amamos a los hijos de Dios. En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir”.

Y una tercera forma en que podemos amar a Dios a través de nuestro tiempo es tomando tiempo para orar. La oración es una de mis actividades favoritas, así que oro de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, por la mañana me gusta anotar mis pensamientos en un diario para hablar con Dios sobre lo que tengo en mente, lo que me preocupa y lo que debo hacer a continuación. También tengo una lista de oración diaria de las personas por las que oro. Y finalmente, a lo largo del día hablo con Dios, sobre todo, desde cómo debo abordar una situación laboral difícil hasta alabarlo por algo que salió bien.

Cuando amamos a Dios con nuestro tiempo, experimentamos un mayor sentido de Su amor a cambio.