Unidad en la Diversidad.Muestra

8. - UNIDAD EN CRISTO

La primera forma de credo que surgió en la Iglesia Primitiva fue una breve frase: “Jesucristo es el Señor” (Filipenses 2:11). Pablo veía que era el sueño de Dios el que llegara un día cuando toda la humanidad hiciera esta confesión.  Solamente hay un Señor, y este Señor es Jesucristo el Salvador. Únicamente un Señor reina en la iglesia, todos los creyentes estamos bajo la autoridad y al servicio del mismo Señor.  

"Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste." Juan 17:20, 21.

Ésta es la oración más conmovedora del Maestro, que nos descubre lo más íntimo de Su corazón. Él estaba como una víctima en el altar del sacrificio, y en sus últimos momentos, el Salvador no solamente desea la salvación de Su pueblo, sino que intercede por la unidad de los que son salvos, para que siendo salvos, puedan estar unidos. 

La unidad permanecía tan cercana al corazón del Salvador en momentos de tanto sufrimiento, que para nosotros debería ser considerada como algo inestimable e inapreciable.La unidad nos es automática, hay que trabajarla y, a veces, no es fácil lograrla. Requiere intencionalidad, esfuerzo y madurez para lograr la unidad.

Él quiere que todas las ovejas estén reunidas en un rebaño bajo Su propio cuidado. Los que han sido vivificados por el Espíritu Santo, y llevados a la unión vital con el Señor, han de constituir una unidad. El amor de Cristo me constriñe a no considerar a mi hermano como un extraño, sino como un conciudadano de los santos. 

Debemos procurar la unidad en base al amor que el Señor Jesús nos pide que tengamos los unos con los otros, haciendo lo que podamos para amarnos como Jesucristo nos amó.Cristo ora por la unidad de Su Iglesia, para que todos los santos sean llevados a la unidad de una vida en Él. ¡Que así sea!

Manuel Díaz

Acción de gracias:

· Padre, gracias por tu hijo Jesucristo .

· Gracias porque Jesús es y será la persona más interesada en la unidad de la iglesia. Confiamos en su eterno plan y agradecemos su obra.

Confesión:

· Queremos confesar que no siempre vivimos con la convicción de que tú eres el Señor de todas las áreas de nuestra vida. Ayúdanos a anhelar tu señorío.

Petición:

· Pedimos que tu iglesia, alrededor del mundo pueda reconocer la verdadera Unidad que radica en ti, nuestro Señor y Salvador, Cristo Jesús.

· Que, a pesar de nuestra diversidad, seamos uno y el mundo lo pueda ver.