En nuestro lugar: Devociones cuaresmales de Tiempo de GraciaMuestra

La gran noticia

Las magníficas pirámides de Egipto fueron construidas en realidad como criptas para los faraones: los cuerpos de Zoser, Keops y Kefrén, minuciosamente momificados y envueltos, fueron enterrados allí. Las cámaras funerarias, sin embargo, están vacías hoy día. Jesucristo fue ejecutado como el peor criminal, pero fue enterrado como un príncipe en un mausoleo de roca recién labrado. Su tumba también está vacía, pero por una razón completamente diferente: los ladrones de tumbas saquearon las tumbas de los faraones; Jesús salió caminado de su tumba, de nuevo con vida.Es de esperar que los no cristianos no se creyeran la historia de la Pascua, pero te sorprenderías saber cuántos profesores cristianos se dedican a promover la idea de que la resurrección de Cristo es mucho más que la revitalización de su cuerpo. De hecho, nuestro Salvador estaba realmente muerto: sin pulso, sin respiración, sin actividad cerebral. Sin embargo, ahora nuestro Salvador está vivo de verdad.

Esto sí que es una gran noticia. La resurrección corporal de Jesucristo es el sello público de la aprobación del Padre a todo el trabajo de la vida de su Hijo. «Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe» (1 Corintios 15:14, RVR1960) Si el cuerpo de Cristo siguiera muerto, todavía estarías en pecado; tu culpa no habría sido eliminada y tu cuerpo nunca dejaría su tumba.

Pero Cristo ha resucitado, al igual que nuestra esperanza. «Creo en... la resurrección dela carne», decimos en el Credo de los Apóstoles. ¿Crees eso? Los que lo crean serán perdonados e inmortales.