Adviento - NavidadMuestra
ADVIENTO
SEMANA 1: ESPERANZA
- Oremos
Misericordioso Dios de esperanza, gracias por extender a todos la promesa de la salvación. Gracias porque nadie está excluido o descalificado, ¡incluyéndome a mí! Déjame aferrarme a esta esperanza mientras espero la venida de tu Hijo Jesucristo. Amén.
- Leamos
Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación. La Escritura dice: «El que confíe en Él, no quedará defraudado.» No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan. Porque esto es lo que dice: «Todos los que invoquen el nombre del Señor alcanzarán la salvación.»
Pero, ¿cómo van a invocarlo si no han creído en Él? ¿Y cómo van a creer en Él si no han oído hablar de Él? ¿Y cómo van a oír si no hay quien les anuncie el mensaje? ¿Y cómo van a anunciar el mensaje si no son enviados? Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!»
- Reflexionemos
¿Cuál es la buena noticia de la que habla Pablo? ¡El regalo de salvación de Dios es para todas las personas! No está limitado a un grupo de personas. No hay distinción entre judíos y gentiles.
Todos pueden ser receptores de una nueva vida en Cristo. Todos pueden ser herederos de la promesa.
Este es un cambio radical para la audiencia de Pablo. Antes de Cristo, el pueblo de Dios se identificaba en gran medida por cómo se diferenciaban. Seguían leyes específicas: matrimonio, dieta, culto, circuncisión. Estas leyes eran muy estrictas y difíciles de cumplir. Ahora Pablo dice: aunque el seguir la ley haya cumplido un propósito, no nos da la salvación. La salvación pertenece a cualquiera que confiese a Cristo y clame al Señor por ayuda.
Esto sigue siendo una buena noticia para nosotros hoy. Todos somos invitados a la esperanza de la salvación a través de Cristo. Nada puede descalificarnos: nuestro pasado, nuestro género, nuestra herencia, nuestro estatus social. Nada puede separarnos del amor de Dios (Romanos 8:38-39). Mientras esperamos la luz de Cristo, retengamos esta promesa
- Respondamos
¿Hay algo en tu vida que parece descalificarte para la salvación en Cristo? ¿Algo vergonzoso en tu pasado? ¿Un patrón de comportamiento actual? ¿Un secreto familiar? Quizás es una enseñanza que escuchaste, que por alguna razón te ha excluido de la mesa de Cristo. Tómate tiempo para llevar esto en oración ante Dios. Gracias a Dios que las buenas nuevas de la salvación son para ti. Si es necesario, confiesa tu pecado y recibe el perdón. Reclama tu promesa como una nueva creación en Cristo.
Escritura
Acerca de este Plan
La Navidad es una época de espera expectante. Conecta el anhelo de Israel por la llegada del Mesías con nuestra anticipación del regreso de Cristo. Durante cuatro semanas tenemos la oportunidad de detenernos, prepararnos y reflexionar. Nuestra historia de fe ha recorrido un largo camino desde el primer anuncio del nacimiento de Jesús, ¡pero todavía no ha terminado!.
More