Adviento - NavidadMuestra

ADVIENTO

SEMANA 2: PAZ

• Oremos

Misericordioso Dios de paz, tú conoces los desiertos por los que paso. Sabes dónde me faltan los recursos y el apoyo que necesito. Ven rápidamente a mi rescate. Restaura mi vida. Amén.

• Leamos

Que se alegre el desierto, tierra seca;

que se llene de alegría, que florezca,

que produzca flores como el lirio,

que se llene de gozo y alegría.

Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano,

tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón.

Todos verán la gloria del Señor,

la majestad de nuestro Dios.

Fortaleced a los débiles,

dad valor a los cansados,

decid a los tímidos:

«¡Ánimo, no tengais miedo!

¡Aquí está vuestro Dios para salvaros,

y a sus enemigos los castigará como merecen!»

• Reflexionemos

Todos caminamos por desiertos en nuestras vidas. Son tiempos marcados por lo que perdemos: alguien a quien amamos muere o se va, perdemos el empleo, nuestra salud disminuye. En el desierto nos encontramos con tierras emocionales baldías de dolor, soledad o desesperanza. Los desiertos son territorios estériles; hay pocos signos de vida.

Sin embargo, esta profecía en Isaías dice que Dios restaurará a la vida incluso al desierto. Ya no será un lugar sin recursos. Florecerá, será hermoso y fértil. El desierto cantará y gritará de alegría. Las flores florecerán. Todos verán el esplendor del Señor.

Esta visión fructificará en la historia de Israel cuando los exiliados regresen a Jerusalén. Esperamos su cumplimiento en nuestras propias vidas. Anticipamos que Cristo viene a nuestros desiertos trayendo vida.

Él fortalecerá nuestras manos cansadas y nuestras rodillas temblorosas. Reemplazará nuestro desaliento con paz. Las palabras de Isaías también son para nosotros: «¡Ánimo, no tengáis miedo! ¡Aquí está vuestro Dios para salvaros!» 

• Respondamos

¿Qué desierto has atravesado o estás recorriendo actualmente? ¿Fue un evento específico lo que causó este período difícil? ¿Qué emociones has experimentado? ¿Qué te falta o qué has perdido? Ahora imagina la luz de Dios entrando en tu desierto. Siente la paz de Dios llenando el yermo. Descansa en la presencia de Dios.