Fruita FrescaMuestra

Día 1| Los Frutos del Espíritu

Lo escuchamos cada día. 

Es reforzado de un millón de maneras.

Como mujeres, no vivimos debajo del control de ninguno. Somos independientes, fuertes y productivas – todo por nuestra propia cuenta.

No necesitamos nadie para decirnos que hacer y ciertamente no queremos ser percibidas como débiles y dependientes.

Podemos balancear nuestros trabajos, nuestras familias y nuestros amigos.

Nos atreveremos más compromisos sociales que podemos contar, mientras tanto mostrando a los que nos miren que ser ocupada es sinónimo de importante. exitosa. lograda. 

Hacemos frente a comités, enseñamos una clase de catequesis, música, noches de chicas, puede que incluso volvemos a estudiar una carrera o apuntarnos a yoga tres veces a la semana. Todo esto es importante, ¿no?

Quizás es por hacer las cosas como los demás – por ejemplo, hacer otro turno de trabajo para un amigo quien está sobrecargado. Tenemos esa idea que somos más atractivas cuando podemos hacer nuestras propias decisiones, fuera de las restricciones, las opiniones y el control de los demás. Y solo empeora cuando hacemos mayor. De hecho, ‘dependiente’ y ‘controlada’ es exactamente que somos llamados a ser.

No débil. No patética.

Simplemente humilde.

Y sobre todo, obediente.

Nunca somos más como Cristo que cuando nos permitimos ser totalmente controlado por Dios, completamente guiado por Su mano. Solo entonces produces cosas que le agradan Y no siempre es fácil.

Es interesante que cuando todo está acabado, nos gustamos más cuando estamos en esta ‘condición’ …esta búsqueda de ser debajo de Su control.

Gálatas 5:22-23a (NBD) dice, “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio…”

Estos atributos hermosos que queremos tremendamente para ser una parte de nuestras vidas SOLO vienen si someternos totalmente a Su control. Vienen después de ser obediente a Dios. Que le agradan a Dios no es cuántos comités formamos una parte, como ocupadas parecen nuestras agendas, o los horarios largos en la oficina.

Definitivamente Dios no está preocupado con la ropa que has puesto hoy. Lo que importa a Dios es como pacientes somos con nuestros niños a puerta cerrada, como realmente buenos somos a la gente con quien trabajamos, y si hacemos lo correcto cuando nadie nos mire.

¿Tenemos dominio propio en todas las áreas de nuestras vidas? Cada una área. De que hablamos, a cuanta comemos, a las cosas que miremos en la televisión. Eso es como Dios nos mide nuestra belleza. Sumisión total.

Entonces, tomarte el tiempo para reflexionar sobre dónde estás en este camino para agradar a Dios.

Darte una oportunidad de desarrollar estos atributos y documentar tu progreso. Es ánimo para ti y permitirá saber los que vienen después de ti que como fuerte e independiente estás, tomaste la elección consciente de ser debajo del control de alguien… y ese “alguien” es un Dios amante quien tiene un plan mucho mejor de que puedes crear por ti mismo. Un Dios quien te hace una mujer hermosa.

Mi esperanza es que este estudio te guía en nutrir a la evidencia del control de Dios en tu vida.

Los frutos.

Espero que empiezas ver los cambios que Dios está haciendo en tu vida a través de tus propios lecturas y costumbres. Lo irónico es, permitiendo Su control en nuestra vida nos esfuerza y nos hace más hermosa, eso es lo que estamos buscando.

Es lo que siempre hemos querido.