Elegido: Acuérdate del Evangelio todos los díasMuestra

Casi se me cae el libro cuando leí la traducción de David Bentley Hart de la palabra "bendito" en la Biblia. El famoso erudito habla de cómo lo bendecido ha perdido su significado en nuestra cultura: es usado más o menos como "suertudo" o "afortunado". En cambio, Hart argumenta que el verdadero significado estaría mucho más cerca de nuestra palabra bienaventuranza o un estado de felicidad embelesada.

Esto es lo que Dios ha hecho por nosotros en el evangelio: ¡Él nos ha dado todas las bendiciones eternas imaginables hasta el punto de que estamos llenos de bendición!

Nuestra elección diaria, nuestra lucha diaria, nuestra prueba diaria es si recordar, realizar y vivir en esta realidad.

Y no se basa en las circunstancias. Realmente no lo es. Un hombre joven, Meisha me enseñó esto de una manera que nunca olvidaré.

Meisha era un refugiado en un país devastado por la guerra. Su aldea y todo lo que había conocido fueron destruidos por un ejército opresivo, y se vio obligado a ser cargador, llevando las provisiones de un soldado a través de una selva lluviosa mientras miraba el cañón de una pistola, como en los días de Jesús, cuando un soldado romano obligó a una persona a llevar su equipo durante una milla.

Un día, un soldado obligó a Meisha a punta de pistola a desmantelar una mina terrestre. La mina explotó, y Meisha perdió ambas manos y ambos ojos en un instante. Lo dejaron allí, pensando que estaba muerto, pero no murió.

Hace varios años, alguien compartió con él la historia del Salvador sufriente. Se identificó con un Dios que conocía su dolor. Su vida se transformó gloriosamente.

Meisha está tan felizmente entusiasmado con el Evangelio que hace que la gente lo guíe de un campo de refugiados a otro para que pueda compartir el Evangelio con aquellos que no han oído hablar de Jesús.

La alegría de Meisha es contagiosa. Es mucho más feliz que la mayoría de las personas que pueden ver, tienen ambas manos y no viven en la pobreza de supervivencia en un campo de refugiados. Su alegría brota de su gratitud por la cruz. Meisha sabe que en poco tiempo estará con Cristo para siempre.

Meisha modela esto derramando la bienaventuranza evangélica en medio de un campo de refugiados. Él encarna los escritos del apóstol Pablo, quien dijo: "Nuestra luz y nuestros problemas momentáneos están alcanzando para nosotros una gloria eterna que pesa más que todos ellos" (2 Corintios 4:17).