¡TÚ Tienes una Oración!Muestra

“Oraciones   personales”

Orar   juntos con amigos, familiares o incluso simplemente orar antes de una comida   son maneras excepcionales de comunicarse con Dios en un ambiente más público.   Pero además de participar en la oración corporativa, Dios quiere que   participemos en una práctica personal y más privada de oración, solo entre tú   y Dios. Jesús tiene esto que decir acerca de la privacidad en nuestras oraciones:   

"Mas   tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre   que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en   público." Mateo 6: 6

Las   instrucciones de Jesús para nosotros de orar a puertas cerradas indican que   Dios está íntima y personalmente interesado en nuestras vidas. Su deseo es   mejorar nuestra relación personal con Él a través de la comunicación   uno-a-uno. Dios toma nota de su compromiso de tener comunión privada con Él,   y promete recompensarlo y bendecirlo. 

Dios   también quiere que seamos sinceros y abiertos en nuestra comunicación con Él,   así como lo seríamos con un ser querido. Aunque memorizar oraciones palabra   por palabra es una práctica saludable, la verdad es que Dios desea una   expresión auténtica de nosotros mismos ante Él en lugar de solo una serie de   palabras que hemos memorizado. Jesús tiene esto que decir acerca de la   sinceridad en nuestras oraciones: 

"Y   orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por   su palabrería serán oídos.

No os   hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas   tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis." Mateo 6: 7-8

Aunque   Dios ya sabe lo que necesitamos y queremos antes de preguntar, todavía desea   que le expresemos esas peticiones con sinceridad y con la expectativa de que   tiene nuestros mejores intereses en mente. Él desea responder cada oración   con amor y fidelidad. 

Otro   elemento importante de la oración personal es la persistencia y la   coherencia. Dios nunca se cansa de escuchar nuestras peticiones, incluso si   son las mismas que le hemos expresado anteriormente. Jesús tiene esto que   decir acerca de la diligencia en nuestras oraciones: 

"Pedid   y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá la puerta. Porque   todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le   abrirá." Mateo 7: 7-8

Dejar de   lado un tiempo diario para la comunicación personal con Dios es importante   para crecer en nuestro caminar cristiano. Trata de elegir una hora cada día   en la que no se distraiga, y no te preocupes de que Dios esté vigilante para   ver cuánto tiempo le das; Él no. Él simplemente te quiere. La privacidad, la   sinceridad y la persistencia son tres características muy importantes de su   tiempo de oración uno-a-uno con Dios y le ayudarán a construir una relación   íntima con Él. Vendrás a disfrutar este precioso tiempo y confiarás en Él de   una manera que nunca antes has tenido.